Han pasado 207 años de la gran epopeya del general José de San Martín que consumó la liberación definitiva de Argentina, Chile y Perú. Y mucho se ha escrito sobre los preparativos del Ejército integrado sobre todo por cuyanos. En el caso de San Juan, por las tropas lideradas por el teniente coronel Juan Manuel Cabot, que partió de nuestra Ciudad, el 12 de enero de 1817, siendo despedidas por el entonces gobernador José Ignacio de la Roza.

Esta columna, de alrededor de 800 hombres, que siguió el camino por Talacasto y Pismanta y escaló la cordillera por el Paso de Guana (al oeste de San Juan y este de Monte Patria, Limarí, Chile) tenía como objetivo tomar La Serena y el puerto de Coquimbo.

Toda la cronología de tan magna tarea ha sido destacada en numerosas ocasiones tanto en bibliografía, como en crónicas periodísticas, conferencias y relatos. Hablamos de las reuniones del Libertador con autoridades de las provincia cuyanas y de manera puntual con el entonces Director Supremo de las Provincias Unidas, general Juan Martín de Pueyrredón, así como de la cuidadosa planificación de los aprestos, la fabricación de armas y pólvora, la confección de uniformes, el acopio de cabalgaduras y víveres, el adiestramiento de soldados, las precisas tácticas militares, y tanto más. Pero la identidad de cada uno de los soldados que conformaban las tropas sanjuaninas nunca se conoció en detalle por la falta de documentación y quizá también porque no era una tarea que se considerara “imperiosa”.

La portada del libro escrito por el licenciado Juan José Arancibia, sociólogo, especialista en genealogía y heráldica. Dedicó más de cinco años a investigar en el Archivo General de San Juan y en el Archivo Histórico de Mendoza, desde la Historia y la Genealogía, a los hombres que tuvieron participación en la gesta emancipadora y teniendo como noble objetivo “visibilizarlos para los tiempos”.

Más de cinco años de investigación
Sin embargo, el licenciado Juan José Arancibia, sociólogo, especialista en genealogía y heráldica, dedicó más de cinco años a investigar en el Archivo General de esta provincia y en el Archivo Histórico de Mendoza, desde la Historia y la Genealogía, a los hombres que tuvieron participación en la gesta emancipadora y teniendo como noble objetivo “visibilizarlos para los tiempos”. Ahora, y por primera vez en más de dos siglos, todos conoceremos sus nombres porque acaban de publicarse de forma brillante en la obra “Cruce de los Andes. Aportes Históricos y Genealógicos. Listado de Oficiales y Soldados”, San Juan 1815-1820, cuya original portada fue diseñada por el artista plástico Mg. Alberto G. Sánchez.

Esta obra de Arancibia, ex docente, conferencista y autor de varios obras sobre investigaciones genealógicas de la historia de San Juan, como “Víctimas del terremoto del 15 de enero de 1944”, esta centrada precisamente en la citada Segunda División del Norte del Ejército Libertador, al mando de Cabot que integraba entre otros “una fracción del Batallón Nº 1 Cazadores de los Andes, creado el 18 de septiembre de 1816, todos ellos sanjuaninos y que participaron en el Cruce de los Andes y en las batallas de Chacabuco y Maipú”.

Visibilizar a los héroes del Cruce de Los Andes
Expresa en su prólogo el Lic. Arancibia que su objetivo de “visibilizar a los héroes que participaron en la epopeya del Cruce de los Andes contempló incluir desde los inicios no solo a oficiales y suboficiales sino también dar a conocer los nombres y apellidos de todos los soldados, los esclavos, baqueanos, desertores e inclusive a los civiles integrados en las milicias cívicas”.

Considera, además, que este trabajo servirá también “como disparador para futuras investigaciones sobre la presencia y rol fundamental que les cupo entre otros, por ejemplo, a los músicos en los diferentes combates de la época, el papel determinante en el campo de batalla de los negros esclavos, las profesiones de los soldados, las enfermedades comunes que los afectaron y se registraron en las internaciones hospitalarias, la presencia de soldados provenientes de las invasiones inglesas y de países como Chile, Perú, Uruguay, Colombia, Bolivia, Portugal, Guinea, Angola y de varias provincias de nuestro actual territorio, los sueldos que percibían y las profesiones de los mismos”. Pero la labor del autor ha sido muy compleja si tenemos en cuenta no solo lo que significa investigar en documentos antiguos, sino también, como el mismo lo precisa “en el caso de nombres y/o apellidos de interpretación confusa, cuando se utilizaron corchetes y letra manuscrita”. Además, “la caligrafía de los documentos resultó compleja ya que “los mismos fueron escritos en diferentes situaciones y por diferente personal en un español que no es el actual (Maxia, por María o Pedxo por Pedro) o Caxabaxal por Carabajal o Antº por Antonio”.

La presentación de la obra será el próximo martes 27 de agosto a las 17.45 en el Colegio Notarial de San Juan, y estará a cargo del Tte. cnel. Diego Cejas y el historiador Dr. Guillermo Genini.

> Más de 3.000 soldados eran sanjuaninos

El licenciado Arancibia manifiesta que “el total de efectivos movilizados en el periodo considerado en su libro (1815-1820) desde San Juan a Chile y desde San Juan a Mendoza para incorporarse al Ejército de los Andes fue de 3.167 hombres”.

Tras su ardua tarea, el autor sugiere “digitalizar con urgencia estos y otros tantos documentos en los archivos citados para evitar su destrucción final”.

En el prólogo de esta obra el teniente coronel Diego Gonzalo Cejas, doctor en Historia (UTDT), comienza diciendo que la investigación de Arancibia “cubre un ostensible vacío en el análisis del Ejército de los Andes: el del estudio genealógico de algunos contingentes que lo integraron”. Pero también reconoce el prologuista que tras conseguir todos los datos, al autor le cupo “una tarea mucho más ardua y difícil: dar sentido y coherencia a tantos papeles de índole diversa, cotejándolos con otras fuentes coetáneas que contenían referencias de interés”.

Por Luis Eduardo Meglioli 
Periodista