Por Dr. Armando Rosales
MP: 1675 – ME N°2

Como cada día 17 de mayo de cada año la OMS, la WHF (World Heart Federation), la OPS y Sociedades Científicas afines en nuestro país: la SAHA (Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial), la SAC (Sociedad Argentina de Cardiología) y la FAC (Federación Argentina de Cardiología) conmemoran el “Día Mundial de la Hipertensión Arterial (HTA)” con el fin de promover la concientización y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la HTA, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares. El lema a seguir es “Ama a tu corazón: Conoce tus números”.

La hipertensión arterial (HTA) es un grave problema de salud mundial, y en nuestro país también, siendo su presentación muy frecuente en la población, independientemente del sexo. En Argentina la prevalencia en la población es del 34,6 % (4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgo – 2019), y según RENATA 2 (Registro Nacional de Hipertensión Arterial – 2017), es de 36,3% en la población mayor de 18 años, siendo por lo tanto el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales como el infarto de miocardio, enfermedad coronaria crónica, insuficiencia cardíaca , la insuficiencia renal crónica y el ACV o ataque cerebral entre otras.

Así mismo la prevalencia de la HTA aumenta exponencialmente con el incremento de la edad, alcanzando un 70 % de incidencia en los mayores de 65 años.

Tratamiento y hábitos saludables

Mantener un peso adecuado. Realizar actividad física, preferentemente aeróbica, 150 minutos semanales (por ej. 30 – 40 minutos de caminata o bicicleta por día). Reducir el consumo de sal en la preparación de los alimentos y disminuir o evitar los alimentos preparados ricos en sal (ClNa) como panificados, fiambres, embutidos,conservas, etc. Evitar el tabaquismo y disminuir el consumo de alcohol. Controlar periódicamente los niveles de azúcar (glucemia) en sangre. La diabetes tipo 2 se asocia con HTA. El tratamiento también suele incluir el uso de fármacos, siendo estos seguros y efectivos. Se pueden indicar uno o más fármacos como monoterapia o terapia combinada en un solo comprimido. Lo importante es alcanzar valores normales de la presión arterial, ya que esto reduce el riesgo de complicaciones cardíacas, renales, cerebrovasculares, oculares, etc..

Mitos sobre esta enfermedad

* Mi presión alta se debe a los nervios: la HTA no es originada por los nervios. Sí, en situaciones de estrés hay una respuesta presora excesiva por liberación de catecolaminas que hace que la misma respuesta sea mayor que en los sujetos normotensos. Estos valores aislados no tienen mayor importancia y en minutos se normalizan, así que se recomienda siempre esperar unos minutos en reposo y volver a repetir la toma de la presión.

* La HTA es causa de mi cefalea: el dolor de cabeza generalmente no se relaciona con HTA. Estudios científicos así lo prueban, siendo responsable de menos del 5 % de las cefaleas de los pacientes. El único tipo de cefalea que puede tener relación con la HTA, es la que se presenta en las primeras horas de la mañana al levantarse y puede ser determinada por el síndrome de apnea nocturna o del sueño, presente en algunas personas roncadoras.

* Me sangra la nariz, soy hipertenso: el sangrado nasal es causado en menos del 5 % de los casos por HTA, ya que generalmente se debe a causas locales como úlceras o lesiones de pequeñas venas o várices de la mucosa nasal.

* La presión arterial tiene un valor fijo: esto no es real. Varía con cada latido cardíaco, en los diferentes momentos del día, en diferentes condiciones de actividad de la persona y también en las diferentes estaciones del año. Siempre la presión arterial debe mantenerse dentro de su variabilidad en un rango que no supere los 140 mmHg para la Máxima o presión sistólica y los 90 mmHg para la Mínima o presión diastólica. Durante el día varía siendo más alta durante las horas de actividad y más baja durante el reposo. En los meses de verano puede haber descenso de los valores y subir durante los meses fríos del otoño e invierno.

* Me tomo la presión arterial todos los días: no es necesario hacerlo como rutina y sólo será realizado por corto lapso de días (no más de 7 días) bajo indicación del médico de cabecera a fin de llevar a cabo un MDPA (Monitoreo Domiciliario de Presión Arterial), el cual se realiza con tensiómetros automáticos validados y con una metodología explicada por el profesional médico.

* Mi presión arterial es variable: la medicación farmacológica (medicamentos) deben ser administrada todos los días de la semana en las dosis y horarios indicados por los profesionales médicos, ya que la duración de acción de los fármacos varían en general entre 12 y 24 horas. Superado dichos tiempos sus efectos anti-hipertensivos disminuyen o desaparecen y la presión arterial volverá a incrementarse.

* La medicación: cada paciente hipertenso debe recibir su medicación en forma individualizada, luego de ser definida la misma por el médico prescriptor de acuerdo al nivel o grado de HTA y la presencia o no de otros factores de riesgo cardiovascular (Diabetes, dislipemia, etc) y/o enfermedades concurrentes (cardíacas, renales, etc).

Para tener en cuenta

Otros datos importantes que resultan de RENATA 2 son: -Alrededor del 40 % de los hipertensos desconocían su enfermedad. Un 6 % la conocían pero no recibían ningún tipo de tratamiento. -Un 55,5% estaban tratados, pero sólo un cuarto de los mismos estaban controlados, estando mejor controladas las mujeres respecto a los hombres.

La HTA no origina síntomas específicos. Debe aclararse que el sangrado nasal, el dolor de cabeza o las hemorragias oculares conjuntivales no son síntomas específicos de HTA. Su diagnóstico se hace únicamente midiendo la presión arterial con una técnica adecuada y un tensiómetro validado, preferentemente uno automático de brazo.

Los valores considerados límites de la normalidad son de 140 mmHg para la P.A. sistólica (Máxima) y de 90 mmHg para la P.A. diastólica (Mínima), siendo considerados como valores ideales aquellos de hasta 130/80 mmHg o menos.

Conocer y controlar la presión arterial es la mejor manera de prevenir eventos cardio y cerebrovasculares futuros.