Javier Milei profundizó su vínculo personal con Elon Musk durante su encuentro en Los Ángeles, antes de regresar a Buenos Aires. El presidente y el empresario avanzan en una hoja de ruta que implicará un flujo de inversiones hacia las comunicaciones y la minería, dos áreas de negocios que la Casa Rosada pretende abrir a la competencia de mercado.

El Presidente estaba en vuelo hacia Buenos Aires, cuando Musk también reflejó su balance del segundo cónclave compartido con el jefe de Estado, a de la red social X (antes Twitter), que le pertenece.

La segunda reunión entre Milei y Musk se extendió casi una hora, e incluyó a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y al embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein. Además de un eventual flujo de inversiones, el presidente y el empresario dialogaron sobre el impacto de la inteligencia artificial en el desarrollo de la economía global.

El Presidente y el poderoso empresario se reunieron en la convención global del Instituto Milken, en Los Ángeles, y avanzaron en lo que puede generar flujos de dinero hacia las comunicaciones y la minería.

El presidente rescata los desafíos personales que se plantea Musk, y antes del cónclave aprovechó su conferencia en la convención global del Instituto Milken para enviarle un mensaje directo.

“Hemos puesto hombres en la Luna y ahora miramos a Marte. Y lo hemos hecho gracias a la ambición, la creatividad y el optimismo de hombres como ustedes, que se asociaron entre sí en pos de la búsqueda de la propia felicidad. (…) Somos una especie de exploradores, de creadores, de inventores. No de burócratas. Y es el empresario-aventurero, no el burócrata de escritorio, la clase de hombre que encarna en el presente esta cualidad atemporal del espíritu humano. Por eso, no quiero dejar de celebrar el esfuerzo de mi amigo Elon Musk por pisar Marte”, dijo el presidente cuando completaba su exposición.

Musk retribuyó el gesto de Milei durante el cónclave en Los Ángeles. Hizo una defensa cerrada de la obra de Friedrich Hayek y Murray Rothbard, herederos de la obra de Ludwig von Mises, un autor fundamental en la concepción económica que proyecta el presidente sobre su plan de gobierno.

La hoja de ruta que conciliaron Milei y Musk significa un trabajo silencioso, que debería desembocar en un anuncio oficial protagonizado por el presidente y el empresario durante su visita a la Argentina. Ese viaje aún no tiene fecha confirmada, y podría ocurrir hacia fin de año.

Antes del encuentro con Musk, el presidente dio su conferencia en la convención global organizada por el Instituto Milken. Milei caminaba por el backstage del evento rumbo al almuerzo y se encontró con la bandera del Estado de Israel. Se abrazó a la bandera israelí, pidió que le sacaran una foto y recordó la crisis en Medio Oriente durante su exposición.

“Como civilización, habiendo visto de qué somos capaces, estamos eligiendo desconfiar de nuestra propia capacidad, negar nuestra propia virtud, nuestra propia identidad y cometer lo que es, a todas luces, un suicidio colectivo. Hoy, ya demasiado tarde en algunos lugares, vemos con horror los frutos que empiezan a dar estas ideas. Por ejemplo, esta semana aquí mismo, en Estados Unidos, con las decenas de miles de jóvenes a lo largo y a lo ancho de los campus universitarios, reivindicando el terrorismo islámico y promoviendo el antisemitismo. O sea, literalmente, la futura elite de Occidente enemistada con su propia cultura”, sostuvo el jefe de Estado.

El discurso del presidente impactó en la audiencia de la convención global. No sólo por el contenido ideológico, sino también por su presentación del país y la perspectiva que aplicó para analizar el actual tablero internacional.

“Estoy convencido, sin la más mínima duda, que Argentina tiene todas las condiciones para ser la nueva Meca de Occidente”, sostuvo Milei.

Por Román Lejtman

Fuente: Infobae