La plaza financiera de Argentina cotizó en alza hasta el fin de semana pasado en un mes que alcanzó niveles máximos históricos con la renovación de liquidez aportada desde fondos de inversión que apuestan al futuro macroeconómico del país.

La bolsa de Buenos Aires ha liderado las preferencias regionales por los márgenes de ganancias evidenciados, con las acciones energéticas entre las favoritas y con ganancias de hasta un 60% en dólares, gracias al ajuste de las cuentas fiscales impuesto por el presidente Javier Milei.

El índice bursátil S&P Merval de Buenos Aires abrió el viernes con una mejora del 0,2%, en zona cercana a su récord en puntos, para arrojar una trepada mensual del 20,8% con el liderazgo de la petrolera estatal YPF atada a la sobresaliente performance de sus ADRs en Nueva York.

Al compás de un riesgo país medido por el banco JP.Morgan en zona equilibrada de los 755 puntos básicos (1405 GMT) -que arroja una fuerte caída en noviembre del 23,3%-, los bonos soberanos extrabursátiles exhibían una preapertura con valores planos para paridades en récord, tras un salto del 9,9% promedio en el mes.

Como parte de una lenta liberación de los controles cambiarios, el banco central (BCRA) dispuso en las últimas horas flexibilizar negocios para exportadores, importadores y empresas que se endeudan afuera con plazos más extensos para la liquidación de divisas por ventas internacionales y más márgenes en el manejo de fondos derivados de deuda externa.

El actual control cambiario que ejecuta el BCRA le ha permitido sumar un saldo comprador de 1.611 millones de dólares del mercado mayorista a favor de sus reservas netas, las que a criterio de analistas rondan aún en unos 3.000 millones negativos.

Con esta política intervencionista, el peso interbancario se apreciaba muy ligeramente a 1.009,5 por dólar para cerrar noviembre con una devaluación (“crawling peg”) del 1,83%.

En las franjas cambiarias alternativas, la moneda argentina permanecía en valores de 1.126,6 unidades en el “CCL” , de 1.081,2 en el dólar “MEP” y de 1.120 unidades en el influyente marginal (blue), lo que daba una brecha del 11% ante la paridad oficial.

Esperan mejoras

Tras un decepcionante 2024, se espera que las empresas latinoamericanas vean repuntar sus beneficios en torno a un 16% el próximo año, según cálculos de JPMorgan, que prevé un crecimiento de dos dígitos en casi todos los países excepto Colombia.

Se estima que las ganancias de las empresas de la región se contraerán un 24% este año, dijo Cinthya Mizuguchi, analista de JPMorgan, en una nota a clientes.

“Para 2024, América Latina se erige como la peor región tanto en términos de desempeño como de perspectivas de ganancias a fin de año”, dijo Mizuguchi en la nota publicada a última hora del miércoles. “La depreciación de la tasa de cambio desempeñó un papel importante en este deterioro de las expectativas, pero las perspectivas para 2025 parecen más halagüeñas”.

Los mercados emergentes se han resentido más este año de la fortaleza del dólar, que se ha apreciado casi un 5% desde principios de año frente a una cesta de divisas.

En cuanto a los sectores, Mizuguchi espera un crecimiento de dos dígitos en energía, industria, finanzas, tecnología, sanidad y telecomunicaciones, tras las fuertes contracciones de este año. Sin embargo, el sector de consumo discrecional podría ser un caso atípico y contraerse un 9% en 2025, aunque este escenario se daría tras un aumento del 136% este año.

Se estima que el crecimiento de los beneficios de las empresas de Brasil y México rondará el 15% y el 14%, respectivamente, el año próximo.

A nivel de índices bursátiles, ha sido un año doloroso para América Latina, ya que la medida regional de MSCI acumula un declive del 25% en lo que va de año.

En términos de dólares, el índice brasileño de MSCI y su homólogo mexicano se han hundido cerca de un 27% en el año. Esto contrasta con el alza superior al 5% del índice de renta variable de mercados emergentes de MSCI.

Por Jorge Otaola y Hernán Nessi
Agencia Reuters