Las grandes empresas tecnológicas como Microsoft y Meta están aumentando el gasto para construir centros de datos de inteligencia artificial con el fin de satisfacer la enorme demanda, pero Wall Street está deseando que los miles de millones invertidos se rentabilicen más rápidamente.
Microsoft y Meta dijeron en las últimas horas que sus gastos de capital estaban aumentando debido a sus inversiones en IA. Alphabet, también informó de que estos gastos seguirían siendo elevados. Es probable que Amazon, que presentará sus resultados en los próximos días, se haga eco de estas previsiones.
El elevado gasto de capital podría amenazar los abultados márgenes de estas empresas, y es probable que la presión sobre la rentabilidad asuste a los inversores.
El elevado gasto de capital podría amenazar los abultados márgenes de estas empresas, y es probable que la presión sobre la rentabilidad asuste a los inversores.
Caída de las acciones
Las acciones de las grandes tecnológicas caían hoy en las operaciones previas a la apertura del mercado, lo que pone de relieve los retos a los que se enfrentan las empresas en su intento de equilibrar sus ambiciosos objetivos en materia de inteligencia artificial con la necesidad de calmar a los inversores que se centran en los resultados a corto plazo.
Las acciones de Meta y Microsoft caían un 4%, a pesar de que cada una de ellas superó las expectativas de beneficios e ingresos para el periodo de julio a septiembre. Amazon también caía un 1,4%.
“La tecnología de IA es costosa. Conseguir capacidad es caro”, dijo Beatriz Valle, analista de GlobalData.
“Se ha convertido en una carrera competitiva entre las grandes empresas tecnológicas para crear capacidad. Va a llevar tiempo ver los beneficios, ver la adopción generalizada de la tecnología”.
El gasto de capital de Microsoft para un solo trimestre es ahora superior a su gasto anual hasta el año fiscal 2020, según Visible Alpha. Para Meta, el gasto de un trimestre está en línea con lo que gastaba en un año hasta 2017.
Microsoft dijo que el gasto de capital aumentó un 5,3% a 20.000 millones de dólares en su primer trimestre fiscal, y predijo un mayor gasto en IA en el segundo.
Pero es probable que el crecimiento en su negocio clave en la nube Azure se ralentice, advirtió, culpando a las limitaciones de capacidad en sus centros de datos.
“Creo que lo que los inversores no están viendo es que por cada año que Microsoft invierte en exceso -como este año- está creando un punto porcentual de lastre en los márgenes de los próximos seis años”, dijo Gil Luria, jefe de investigación tecnológica de D.A. Davidson.
Meta, por su parte, advirtió de una “aceleración significativa” de los gastos de infraestructura relacionados con la inteligencia artificial el año que viene.
Cuellos de botella que impiden el crecimiento
Las limitaciones de capacidad se extienden por todo el sector tecnológico. Los fabricantes de chips, entre ellos Nvidia, la gran potencia de la inteligencia artificial, luchan por mantener el ritmo, lo que a su vez dificulta a las empresas de la nube la creación de capacidad.
Advanced Micro Devices, que presentó sus resultados a principios de esta semana, afirmó que la demanda de chips de inteligencia artificial crecía mucho más rápido que la oferta, lo que limitaba su capacidad para aprovechar el aumento de pedidos. Advirtió de que la oferta de chips de inteligencia artificial será escasa el año que viene.
A pesar de esta preocupación, Meta y Microsoft afirmaron que el ciclo de la inteligencia artificial se encuentra todavía en una fase muy temprana y subrayaron su potencial a largo plazo.
Las inversiones recuerdan a la época en que las grandes tecnológicas desarrollaban negocios en la nube y esperaban a que los clientes adoptaran la tecnología.
“Construir la infraestructura quizá no sea lo que los inversores quieren oír a corto plazo, pero creo que las oportunidades aquí son realmente grandes”, dijo el presidente ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, durante la conferencia de resultados del miércoles. “Vamos a seguir invirtiendo significativamente en esto”.
Por Anna Tong y Deborah Sophia
Agencia Reuters