Desde hace casi un siglo, la devoción por Nuestra Señora de la Fuente o Virgen del Agua tiene un fuerte arraigo en un sitio donde la cultura del trabajo y el amor por la tierra dios siempre muy buenos frutos. Ese lugar es la localidad de Médano de Oro, pleno corazón productivo del Departamento Rawson. Se trata de una zona que tiene un nutrido grupo poblacional de descendencia española. Históricamente, los inmigrantes que llegaron desde la península ibérica a esa región de San Juan, se dedicó a las tareas agrícolas. En este fructífera tierra se encuentra la Villa Bolaños, cabecera, cabecera de esta jurisdicción. Su nombre es por un poblador llamado José Bolaños, quien donó en el año 1935 un terreno para construir edificios públicos, como una escuela, la plaza y un pequeño templo.

Es en este espacio es donde se venera a “Nuestra Señora de la Fuente” o “Virgen del Agua”, una advocación de la Virgen María, que era originaria del municipio de Villalonga, localidad ubicada en Valencia, España. Los vecinos la tomaron para sí, porque se encomendaban a la Virgen para que el agua para regadía no faltara y para que sus cosechas fueran abundantes. Las familias allí arraigadas consideraban que las tierras de Médano de Oro eran bendecidas, debido a sus virtudes que las hacían aptas para el cultivo de todo tipo de productos agrícolas.

“Nuestra Señora de la Fuente” o “Virgen del Agua” es una advocación de la Virgen María, que era originaria del municipio de Villalonga, localidad ubicada en Valencia, España.

Según los vecinos, la devoción surgió a partir del año 1950, cuando una mujer llamada Angelita Moratal de Cardozo, recibió de manos de familiares que vivían en Valencia, una postal de esta advocación de la Virgen.

La figura impactó en la espiritualidad de los vecinos, quienes se alternaban para tenerla en sus hogares. Luego, la señora de Cardozo donó la actual imagen de bulto, que en un principio fue albergada en la Escuela Domingo Faustino Sarmiento, lugar donde se llevaban a cabo las celebraciones patronales.

Para 1952, la efigie fue entronizada por Monseñor Rodríguez y Olmos y proclamada patrona de Médano de Oro. Años más tarde y merced a la labor de los vecinos, destacándose doña clemencia Linares, fue edificada la capilla construida con materiales de una villa de emergencia, que se erigió luego del terremoto de 1944. La campana que tiene también fue donada por los vecinos. El templo es el único en San Juan que ostenta esta advocación mariana. Allí, los vecinos y devotos celebran hoy a la Nuestra Señora de la Fuente o la Virgen del Agua.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO