Este 13 de junio, aniversario de la fundación de San Juan de la Frontera, nos invita a introducirnos en temas como la educación en la provincia, en parte de su historia. Los estudiosos de la materia coinciden en señalar que aquí, los conventos de Santo Domingo, de la Merced, San Agustín y la iglesia de los Jesuitas fueron centros de irradiación de la doctrina Católica Apostólica y Romana, y por ello, hasta el siglo XIX, las iglesias y parroquias cumplieron un rol trascendente como evangelizadores, en la instrucción de los jóvenes, y como centros aglutinadores de población. Además, allí se llevaban los registros de nacimientos y defunciones del lugar, como también los casamientos y bautismos.

Por todo ello, en la época de la colonia, la Iglesia representaba el lugar donde se formaba a los vecinos, y se cuidaban las buenas costumbres.

> Educación colonial en los siglos XVI y XVII

Para refirmar esos datos sobre la calidad de la educación impartida, en “Nueva Historia de San Juan”, dirigido por Nora Inés Rodríguez junto a otras autoras, se reconoce que la educación colonial durante los siglos XVI y XVII “se distinguió por su ascetismo; se educaba para conseguir de la juventud la sumisión religiosa a la Iglesia y a la monarquía”. A su vez, hasta fines del siglo XVIII la educación “reveló menosprecio por las ciencias físico-naturales y médicas”. Sin embargo, luego de la expulsión de los jesuitas (abril de 1767), el rey Carlos III intentó la reforma de los estudios incluyendo en los programas la Filosofía Moderna, Ciencias Físicas y Naturales, estudios especiales de Matemáticas al igual que los de Medicina, dando lugar así al “pensamiento científico”.

Pocos años antes de la Revolución de Mayo, la Escuela de Primeras Letras o “del Rey” (creada el 16 de enero de 1775 por la Junta Municipal de Temporalidades con los bienes y rentas que pertenecieron a los jesuitas), contaba en su enseñanza con la Gramática Castellana (estudio de la materia y de Retórica) y la Ortografía, anexas a las aulas de Latinidad. Pero en 1796 se cerró por falta de recursos.

En las colonias “no era posible que se enseñaran ciencias, de las cuales todavía no se habían establecido cátedras ni en las universidades de España”.

> “Escuela del Rey”

“El vecindario trató de remediar la situación induciendo a la Junta Municipal a crear otra escuela, la que comenzó a funcionar a fines de siglo”, según las mismas autoras.

Sólo un año antes de mayo de 1810, esta “Escuela del Rey”, contaba como director a Pedro Villarroel y como preceptor a José de Santelices, secundado por los agustinos fray José Antonio Maurín y fray Carlos Castro Zambrano.

El colegio seguía funcionando “en la misma pieza destinada a la enseñanza, aunque mal conservada”, tanto que de los ocho escaños donde se sentaron varias generaciones de niños, “quedaban seis en buen estado y los otros sin espaldar”. Además, había una escuela privada regenteada por el presbítero Manuel Gregorio Torres, como afirma Margarita Mugnos de Escudero en su “Contribución a la Historia de la Cultura de San Juan”.

Mientras tanto, Pablo Cabrera en su “Cultura y Beneficencia durante la colonia” advierte que “es necesario no echar en olvido que la época en que se fundaron aquí los colegios y las universidades, fue cuando en España comenzaba ya la decadencia en los estudios; y así los establecimientos de instrucción pública en la colonia no podía menos de padecer la misma calamidad, que iba acabando con los de la Metrópoli”. Y agrega que en las colonias “no era posible que se enseñaran ciencias, de las cuales todavía no se habían establecido cátedras ni en las universidades de España”. Por eso, los mejores colegios de la colonia “¿qué habrían de ser sino trasunto de los colegios de España? ¿Qué ciencias podían enseñarse en ellos, sino las ciencias que se enseñaban en los colegios de España?”, remata Cabrera.

> Numerosas doctrinas con enseñanzas primarias

A esta altura puede sintetizarse que fueron numerosas doctrinas con enseñanza de primeras letras las que llevaron a cabo dominicos, mercedarios, agustinos y jesuitas.

Hasta 1767 sobresalían los jesuitas, luego los franciscanos, que en 1770 fracasaron en su intento de proseguir con las aulas de la casa ignaciana; y por tercera vez en 1799, al agotarse las temporalidades jesuíticas con las cuales sufragaba la escuela del rey. Y con estas escuelas “la Iglesia, vieja educadora de bárbaros, asistió a la ciudad desde sus pañales y fueron las primeras aulas coloniales de San Juan de la frontera”, como asegura Horacio Videla en su “Retablo Sanjuanino”.

 

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
Autor de “Así era San Juan cuando nació la Patria” (Imp. Cícero, S.J.2010).

Fuentes: “Nueva Historia de San Juan”, Rodríguez, Nora I. y otras, Ed. Fundación UNSJ,1997; “Historia de San Juan” T2, Videla, Horacio, UCCuyo, BsAs, 1972, y “Retablo sanjuanino”, H.V., Peuser, Bs.As.1956; “Contribución a la Historia de la Cultura de San Juan”, Margarita M. de Escudero, Ed. Sanjuanina, SJ, 1968, y “Cultura y Beneficencia durante la colonia”, Pablo Cabrera, Tipografía F. Doménico, Córdoba.