España, Francia y Portugal son los tres países europeos donde todavía hay “corridas de toros”. Precisamente, quien visite España en estos días podrá comprobar que el 30 de enero próximo, se presentará en Madrid lo que será “La Feria de San Isidro 2025”, ya que la publicidad se hace por todos los medios e incluso en la vía pública, con motivo de la celebración el 15 de mayo, de San Isidro Labrador, patrono de los madrileños.
Ellos acostumbran a honrarlo con un nutrido programa de actividades culturales, deportivas y de recreación entre las que destaca la citada “Feria”, el certamen más prestigioso del panorama internacional de las corridas de toros, considerado desde siempre en la península como “la fiesta nacional”. Tiene una duración de un mes y se desarrolla en la monumental “Plaza de Toros de Las Ventas” construida con ese fin.
Sin embargo, una de las 17 comunidades autónomas españolas, Cataluña, abolió totalmente en 2010 esta costumbre, que data de la Edad de Bronce (3300 antes de Cristo al 1200 antes de Cristo) y el tratamiento de esa prohibición definitiva implicó largos y duros debates en el Parlamento catalán. Pero en el mundo, los países europeos citados no están solos en la conservación de la “tauromaquia”, como se llama al mundo de “torear” o “lidiar” toros en un espacio aproximadamente circular conocido como plaza, rodeado de tribunas para el público seguidor. Ecuador, México, Perú y Venezuela son los restantes cuatro estados que, junto con los tres europeos las corridas de toros siguen siendo legales, aunque en la mayoría de estos países se ha avanzado con la promulgación de medidas de protección de los animales que son incluidos en las citadas ferias taurinas.
Corridas de toros en Argentina
En nuestro país hubo corridas de toros prácticamente en todas las provincias hasta 1899, y San Juan no fue la excepción. La costumbre de “lidiar toros” en una plaza pública, en la actual República Argentina, viene desde la llegada de los españoles a estas tierras, pero en los albores de la etapa independentista, el interés fue decayendo paulatinamente y la última corrida de toros tuvo lugar en 1819, hasta que en 1822 el gobernador Martín Rodríguez prohibió su realización sin el consiguiente permiso policial, que solo podía autorizar la faena de “animales descornados”.
Horacio Videla en su obra “Historia de San Juan” precisa que apenas llegar la noticia de la Declaración de la Independencia en Tucumán, del 9 de julio de 1816, se organizó rápidamente una corrida de toros en la plaza principal de nuestra Capital para festejar.
Lo que sucedía en San Juan
En nuestra plaza “25 de Mayo”, hubo corridas de toros hasta iniciado el siglo XX, tal como se ha publicado en estas mismas páginas de DIARIO DE CUYO. Y tambien en el estadio de “Villa Krause”, donde permanecieron más tiempo, llegando a realizarse hasta finales de la década de 1940, según consta en la publicidad del diario “Tribuna”, de entonces, página 11, del 13 de abril de 1947.
Por su parte, Héctor D. Arias y Carmen P. de Varese, en su “Historia de San Juan” afirman que este “espectáculo” se convirtió en uno de los más populares en nuestra provincia: “El día de una corrida era de excitación y movimiento en la naciente ciudad de San Juan y el pueblo vivía toda clase de emociones”. Y agregan que “una muchedumbre acudía a presenciar “ese combate tremendo del hombre y la bestia”, que comenzaban siempre con las notas de un pasodoble para dar marco a “la fiesta”.
La corrida en Rawson
La corrida de toros a la que aludimos y realizada en Rawson, se compuso de “5 tiros bravos procedentes de la Estancia “Bombal”, de Mendoza con los “lidiadores” (toreros) Manolo Martínez y Cayetano Palomino y sus respectivas cuadrillas. Se agregaba en la publicidad que las entradas para presenciar la corrida podían adquirirse en el “Club Español” y en el bar “El Plata” y a ello se agregaba un servicio especial de ómnibus hacia y desde Villa Krause “hasta la terminación del espectáculo”.
Como curiosidad sobre el interés de entonces por estas corridas, Horacio Videla en su obra “Historia de San Juan” precisa que apenas llegar la noticia de la Declaración de la Independencia en Tucumán, del 9 de julio de 1816, se organizó rápidamente una corrida de toros en la plaza principal de nuestra Capital para festejar. Pero la tauromaquia en San Juan llegaría a su fin en la Capital primero y en Rawson años después, sin que en la segunda mitad del siglo XX haya testimonios públicos de la realización de corridas de toros.
Fue la Sociedad Protectora de Animales quien más trabajó para prohibir definitivamente estas actividades en San Juan, imitando lo que ya había sucedido en Buenos Aires mucho antes, en 1899, aunque allí siguieron realizándose de manera oculta varios años mas.
Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
Fuentes: “Historia de San Juan”, Héctor D. Arias y Carmen P. de Varese, Ed. Spadoni, Mendoza, 1966; “Historia de San Juan, Tomo I, Horacio Videla, Academia del Plata, Bs As, 1962; diario “Tribuna” 13/04/1947, Biblioteca “Franklin”.