Hace 205 años (año 1820), las Islas Malvinas serían tomadas por Argentina cuando el coronel David Jewett, un estadounidense nacionalizado argentino, izara por primera vez nuestra bandera. En el año 1829, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires crearía la Comandancia Política y Militar de ese territorio. Pero en el año 1833 dicha soberanía estaría interrumpida por un acto de fuerza ilegal británico. Desde ese momento hasta la actualidad, persistiría un conflicto con el Reino Unido de Gran Bretaña por tal soberanía, quienes siempre se negarían a cumplir con la obligación de resolver la controversia por medios pacíficos y diplomáticos.
En 1982, durante 74 días, en el contexto de la dictadura militar ocurriría una guerra no declarada entre estos países con el propósito de Argentina de recuperar la soberanía de estas Islas. ¿Cuántos argentinos participarían? Más de 23.000 (desde los 18 años de edad). De ellos, 11.000 estarían en el territorio de las islas y el resto en bases aéreas y en buques de la Armada, 649 no regresarían con vida (23 eran sanjuaninos), 1.063 volverían heridos y en la posguerra se creería, según datos extra oficiales, que entre 300 y 500 ex combatientes sobrevivientes se suicidarían.
Entre los sanjuaninos, se destacaría el subteniente Oscar Augusto Silva que cuando las tropas argentinas se verían sobrepasadas, asistiría a un soldado herido de muerte y ordenaría a sus soldados a que se replieguen, pediría una ametralladora y un FAL, y los cubriría al grito de “¡Viva la patria, carajo!”, mientras los ingleses avanzarían. Moriría como un héroe, combatiendo y dando el ejemplo. Una figura motivadora para todos.
¿Los días de miedo para los soldados serían como combatir sin armas? Sí, porque no tendrían posibilidad de cuestionar la pequeña porción de comida recibida y que era sólo algunos días, de salir de la trinchera sin autorización, de expresar estar cansado o incluso de cuestionar el hecho de dormir en un pozo húmedo o la falta de abrigo ante los 15 grados bajo cero de sensación térmica.
¿Qué mantendría vivo a los soldados durante la guerra? La esperanza de volver con vida y reencontrarse con sus familias. En ese entonces, la comunicación con ellos no sucedería a través de WhatsApp ni redes sociales y mucho menos por correo electrónico sino por medio de cartas, escritas con la mano temblando por la incertidumbre y el cruel frío.
¿Es una fecha sólo para reclamar nuestra soberanía sobre las islas? No, también para que todos y principalmente el adolescente conozca y recuerde lo que vivieron los miles de compatriotas que lucharon y muchos de ellos dieron sus vidas defendiendo la patria. En memoria de estos héroes, nos invita a replantearnos nuestras vidas personales, si corresponde estar de mal humor si no me alcanza el dinero para pedir comida en PedidoYa o comprar una gaseosa CocaCola, si sólo una campera de marca es la única que abriga del frío, si la familia no tiene ningún valor en mi existencia, si estar cansado es una justificación para no estudiar y/o trabajar, si la guerra es la solución a un problema.
Por el Prof. Fabián Cabañes
Licenciado en Historia