La guerra y las condiciones meteorológicas extremas están frenando el crecimiento económico en los países cubiertos por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), según afirma la institución en un informe semestral publicado en las últimas horas.

La revisión a la baja, hasta el 2,8% de crecimiento del PIB este año y el 3,5% en 2025, es un cambio pequeño, ya que recorta 0,2 y 0,1 puntos porcentuales respectivamente. Pero es el segundo ajuste a la baja para la región del banco, que abarca Europa emergente, Asia central, Oriente Próximo y África.

“Viajando por las ciudades europeas, veo que el ánimo está muy decaído”, dijo a Reuters, Beata Javorcik, economista jefe del BERD, y añadió que Europa estaba lidiando con conflictos en expansión y altos costos energéticos.

“Existe la sensación de que Europa (está en) cierta crisis”.

Aunque los precios de la energía se han moderado desde su repunte tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, los precios del gas en Europa son cinco veces superiores a los de Estados Unidos, según el informe.

El estancamiento de la producción minera en Kazajistán y Uzbekistán, el conflicto en Gaza y Líbano y las graves sequías en Marruecos y Túnez también están frenando el crecimiento.

Conflictos
Pero Javorcik afirmó que la creciente crisis en Oriente Próximo -con Israel bombardeando objetivos de Hezbolá en Líbano- agravaría la crisis política y económica de Líbano y perjudicaría a países cercanos como Jordania y Egipto.

El BERD también recortó 1,3 puntos porcentuales del crecimiento previsto de Ucrania en 2025, hasta el 4,7%, debido a los ataques a las infraestructuras energéticas, y dijo que también podrían provocar una aceleración de la inflación.

En Rusia, sin embargo, según el BERD, el crecimiento del 4,7% superó las expectativas en el primer semestre de 2024, impulsado en parte por los precios de exportación del petróleo, que aumentaron más de un 10% interanual.

El análisis del BERD mostró que el descuento que los importadores pagaban por el petróleo ruso, que en su día se situó en 20 dólares por barril, había desaparecido, poniendo en duda la eficacia de los topes de precios occidentales.

“Las sanciones funcionan, pero lo hacen lentamente”, afirmó Javorcik. “Es un efecto acumulativo… y va a frenar la productividad de Rusia”, sentenció.

Por Libby George
Agencia Reuters