Los líderes del partido conservador francés y los Republicanos calificaron de “decepcionante” la reunión que mantuvieron recientemente con el presidente Emmanuel Macron en busca de una solución a la crisis política que vive el país.

“Una reunión decepcionante”, resumió claramente el presidente del grupo parlamentario del LR en la Asamblea Nacional, Laurent Wauquiez, quien consideró que vieron a Macron sin “ninguna posición nueva” y “sin visión” para el futuro.

“Le hemos dicho al presidente que asuma al fin sus responsabilidades y nombre un primer ministro sin perder más tiempo”, afirmó Wauquiez en unas breves declaraciones a la salida de la reunión con Macron, que duró aproximadamente una hora y media.

Wauquiez insistió en que “la pregunta a la que el presidente no responde es ¿un Gobierno para hacer qué? (…) Qué medidas quiere que emprenda el Gobierno”.

Añadió que su partido, “la única formación de oposición que ha mantenido una oposición constructiva”, ha pedido al presidente “que se comprometa en un pacto legislativo en torno a varias prioridades”.

Esas prioridades son la seguridad, “más firmeza sobre la inmigración”, un mayor control sobre el uso del dinero público, que no aumente la fiscalidad y una revalorización de los salarios, detalló Wauquiez.

El presidente del grupo de LR en el Senado, Bruno Retailleau, destacó por su parte “la gravedad de la situación”, que es “inédita desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, con un Gobierno que está en funciones desde hace cerca de dos meses.

Retailleau coincidió con Wauquiez en que, para ellos, este proceso de consultas políticas “no es una carrera por lograr cargos, es para ver qué quiere hacer el presidente”.

Papa Francisco: es un pecado grave no ayudar a inmigrantes
Por su parte, el papa Francisco, condenó enérgicamente el trato que reciben los migrantes que cruzan el mar Mediterráneo para entrar en Europa y dijo que es un “pecado grave” no ofrecer ayuda a las embarcaciones de migrantes.

“Hay quienes trabajan sistemáticamente y con todos los medios para rechazar a los migrantes”, dijo el Sumo Pontífice durante su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro.

“Y esto, cuando se hace con conciencia y responsabilidad, es un pecado grave”, dijo.

El Santo Padre ha hablado con frecuencia sobre el trato a los inmigrantes a lo largo de sus 11 años de papado. Pero sus palabras, invocando la terminología católica para uno de los peores tipos de pecado, fueron especialmente fuertes.

Los migrantes que cruzan el Mediterráneo en embarcaciones sencillas o botes caseros desde el norte de África y Oriente Medio han sido objeto de un intenso debate en toda Europa durante la última década.

La Organización Internacional para las Migraciones calcula que más de 30.000 migrantes han desaparecido cruzando el Mediterráneo desde 2014.

En Italia, un barco de rescate operado por la organización benéfica Médicos Sin Fronteras recibió en las últimas horas, una orden de detención de 60 días. Las autoridades afirmaron que el buque, que había realizado varias operaciones de rescate el 23 de agosto, no comunicó correctamente sus movimientos.

Médicos Sin Fronteras refutó esas afirmaciones. “Hemos sido sancionados simplemente por cumplir con nuestro deber legal de salvar vidas”, afirmó en un comunicado.

Por Joshua McElwee y Ricardo Figueroa
Agencia Reuters