La mayoría de los trabajadores que desarrollan su labor en el mundo de las telecomunicaciones en nuestro país, son identificados como “telefónicos” u operadores de “call center’. Entre sus tareas destacan ayudar a los usuarios con asesoramiento, recibir reclamos, realizar trámites administrativos, identificar las necesidades de los usuarios”, según la web del sindicato que los agrupa, las Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA). Creado en 1950, se apresta a celebrar sus 75 años de existencia.
Un ex empleado sanjuanino que perteneció como tantos otros a la llamada “generación dorada”, como Ángel Alfredo “Willy” Andrada, recuerda la evolución de la empresa con el correr de los años y reflexiona: “Más allá de cada empresa, de cambios tecnológicos, de dueños y accionistas, fuimos, somos y seguiremos siendo telefónicos, a pesar de la realidad presente y por eso todos los años seguimos conmemoramos nuestro día”.
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Así, de CAT (Compañía Argentina de Teléfonos) se pasó a Telefónica y posteriormente a Movistar. A su vez, el pasado 18 de marzo se celebró el Día del Trabajador Telefónico, también denominado “Día del Trabajador de las Telecomunicaciones” a raíz de la nacionalización en esa fecha de 1948 del servicio de telefonía, en el marco de la ley 27291.
Esto ocurrió a través de la llamada Empresa Mixta Telefónica Argentina (EMTA), una compañía con capitales privados de la que el Estado era accionista mayoritario y luego conocida como Teléfonos del Estado cuando pasó a ser éste el único propietario.
Antes había existido la Unión Telefónica del Río de la Plata, que era filial de la empresa norteamericana “International Telephone and Telegraph Corporation”, en el año 1946.
A todo esto, la primera comunicación telefónica del mundo se produjo en 1876 en Boston, Estados Unidos, y dos años después en Argentina al realizarse los primeros ensayos de comunicación telefónica con aparatos construidos en Buenos Aires.
La prestación del servicio con carácter permanente y comercial se inició en el año 1881, cuando en la ciudad de Buenos Aires se concedieron las primeras autorizaciones para la instalación de teléfonos a dos empresas europeas y una norteamericana. A su vez, el primer teléfono de la historia fue instalado en la residencia particular del entonces ministro del Interior, Dr. Bernardo de Irigoyen, el segundo en la residencia del presidente de la Nación Julio A. Roca, y el tercero en la casa del Presidente del municipio de Marcelo T. de Alvear.
Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
Fuentes: FOETRA Buenos Aires.