Pachaco es un paraje ubicado en el departamento de Zonda, casi en el límite con Calingasta. Es un lugar hermoso, posee una antigua arboleda, el “cerro Pachaco”, y en tiempos en que se transitaba por la antigua ruta a Calingasta, el ómnibus se detenía; ahí los pasajeros estiraban su piernas, comían algo, era una suerte de posta. Poseía una escuela y una hermosa hostería. Antonio Beorchia Nigris, relata que “Pachaco Viejo” “tuvo extensos alfalfares para corte y semilla, potreros, huertos con toda variedad de frutales, viñedos, plantíos de legumbres etc.”. Históricamente hace bastante tiempo, una longeva pobladora de la zona me aseguró-información heredada de sus ancestros- que en Pachaco estuvo el General José de San Martín, en una de sus venidas de inspección castrense a San Juan. Por su parte el Mayor Juan Moscarda, en su famosa “Guía Geográfica Militar”, publicada en 1902, menciona a Pachaco. Haciendo referencia al antiguo departamento Marquesado, (sus límites) apunta: “al oeste la línea de la cumbre del Tontal, hasta Pachaco y la línea que une este punto con las serranías del Tigre”. Es oportuno aclarar que en ese entonces Zonda era un distrito. Abandonado la traza histórica sabemos que por la construcción de diques Pachaco y también El Palque quedaron en una situación de aislamiento. El paradigma de Pachaco es el culto que se le brinda a Margarita Lima, o “La Santa de Pachaco”, como la llamó Buenaventura Luna. Es un culto popular muy particular pues en el pequeño cementerio que allí existe se erigió un mausoleo donde descansan los restos de la desafortunada joven y cuyo cuerpo fue encontrado momificado naturalmente. El cadáver fue hallado por casualidad en 1928 cuando se construía el camino a Calingasta, inaugurado por el Dr. Aldo Cantoní.

El otro punto es el bucólico es “El Palque”, a escasa distancia de Pachaco.

Este lugar, hoy también aislado como dijimos, por las megas construcciones hidráulicas emprendidas, esta como insertado tierra adentro. Por la antigua ruta que nos unía a Calingasta, se encontraba a 90 km de la ciudad capital. El sitio en cuestión posee un microclima especial, que lo hace apto para cultivar y para criar animales o ganado menor y el consiguiente pastoreo. Es decir que allí hubo los clásicos puesteros sanjuaninos. Ellos trabajan la tierra, la araban con un caballo, había -en el momento que fui- corrales de cabras, gallineros, además criaban patos y hasta cerdos.

El Palque, es indescriptible, con cascadas, cerros y una vegetación increíble, resulta un lugar magnífico para vacacionar, realizar caminatas y andinismo. Como sabemos en este lugar vivió la legendaria “Huasa Eva”, o Eva Pastén, mujer oriunda de Chile. Ella fue feliz en este sitio durante su vida, mujer conversadora y amena, siempre presta a brindar ayuda. Sus restos descansan en el lugar que tanto amó, a pedido en vida por ella misma. Con lo expuesto urge hacer resurgir estos sitios, únicos por su ubicación, historia, geografía y por las dos mujeres legendarias que allí yacen, que tuvieron en común la filantropía. Un corto circuito que enlace estos puntos seria magnifico turísticamente y además una forma didáctica de conocer y empaparse de nuestra rica historia local.

(*) Bibliografía: Diario de Cuyo, San Juan, 19 de noviembre de 1995. Guía Geográfica Militar de la Provincia de San Juan, año 1902, III División del Estado Mayor del Ejército. Bs. As. Compañía Sudamericana de Billetes de Banco)

 

Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia