Juntos tenemos que comprometernos más y mejor, superando los egoísmos y enmendando actitudes. Hay que bajarse del pedestal, despojarse de mundo, volver a mirarnos como hermanos y con aquello que nos rodea. En la mansa recreación está el nuevo despertar, lo que nos demanda el ejercicio del sano propósito por lo armónico, de favorecer el cuidado y la protección del hábitat, sin obviar que todo nos vincula, comenzando por nuestra propia respiración y finalizando por alimentar la confianza, para ganar seguridad entre todos. Lo importante es no privar a nadie de valores fundamentales para su vida, como la evidencia, la equidad, valores morales, el sentimiento de solidaridad entre sí. Únicamente si los gobiernos están dispuestos a abrirse a un espíritu cooperante, podrán derrumbarse los intereses mezquinos, que es lo que verdaderamente nos contamina y corrompe. Exigir justicia y acabar con la desigualdad, debe ser el el primer deber ciudadano.

> Destronar del mundo las semillas de conflicto
Urge destronar del planeta esas semillas de conflicto que todo lo envenenan de desesperación, haciendo valer la comunión que es lo que en realidad llevará a recomponer la rotura de esa alianza entre el ser humano y el medio ambiente. Por cierto, este renuevo, lleva implícito la consideración del respeto hacia todo; y, así, es como podremos entrar en diálogo, rompiendo las paredes del yo y superando las barreras del egocentrismo.

Todos vivimos en un presente, llamado a entendernos; y que, además, nos solemos mover mal encaminados en todos los indicadores. Precisamente, la unión entre las generaciones es lo que nos abre hacia el futuro. Lo hermoso del árbol viviente radica en el que las ramas de más edad se conjugan con las más jóvenes, dando una imagen armónica que florece y da sus frutos. Por ello, vigorizar las mancomunidades entre espacios diversos: continentes, naciones y pueblos; aprovechando realmente el potencial de la Inteligencia Artificial, accesible a todos y aprovechada de forma responsable, contribuirá sin duda a reducir la brecha, sentando las bases de una gobernabilidad inclusiva, en beneficio de toda la humanidad.

> Prevención de conflictos
Desde luego, la mejor producción de savia germina de la prevención de conflictos, con la mano extendida en cualquier tiempo y lugar, que es como se rompen los ciclos de violencia, la inhumanidad y el salvajismo, sentando las bases del espíritu conciliador para que pensemos en soluciones colectivas, bajo la perspectiva de sumar fuerzas.

Hoy más que nunca, necesitamos avivar relaciones, para retomar las sorpresivas alas de saber que existo. A una inteligencia artificial sin base moral alguna si hay que tenerle pavor. Alinear los derechos tecnológicos con los derechos humanos y con la dignidad, es fundamental.

Por desgracia, estamos viviendo en un planeta que prioriza el dinero por encima de la supervivencia y la vivencia es nefasta. Otro mundo debe ser posible, pues. ¡Hagámoslo! Nos toca sostenerlo y sustentarlo.

  • Lograr un acuerdo de docencia y decencia
    De ahí, la necesidad de un compromiso colectivo y solidario, que ponga en el centro la decencia y la docencia como acuerdo en favor de sus moradores y del bien de la casa común. Las medidas políticas y técnicas deben universalizarse, mediante un proceso educativo que favorezca un modelo cultural de avance y evolución, centrado en el espíritu fraterno y en la conexión permanente entre el ser humano y lo que le circunda, máxime en un momento hacia un futuro digital abierto, libre y seguro, que nos lleve a testimoniar con valentía, tanto el vivo reino existencial como el asistencial entre análogos.

Por Víctor CORCOBA HERRERO
Escritor