El mercado de videovigilancia en América Latina está experimentando un crecimiento exponencial, posicionándose como una de las industrias tecnológicas con mayor dinamismo en la región. De acuerdo con un análisis realizado por la empresa de investigación de mercado, Mordor Intelligence, el tamaño del mercado latinoamericano de cámaras de vigilancia se estima en 3.03 millones de dólares en 2024, y se espera que alcance los 4.70 millones de dólares en 2029.
Argentina, por su parte, destaca entre los principales mercados de la región debido a la implementación de planes gubernamentales que buscan monitorear el 75% de Buenos Aires a través del Plan Integral de Videovigilancia. Pero ¿cuáles son las causas de esta tendencia?
“La expansión de este mercado se debe en gran medida a la versatilidad de las cámaras de vigilancia, que han evolucionado más allá de su función tradicional de monitoreo. Hoy en día, estas tecnologías ofrecen una amplia gama de funcionalidades, que van desde la visión 360º, el análisis de video, seguimiento automático, detección de incendios y hasta la integración con sistemas de inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT). En este sentido, sus aplicaciones se extienden a diversos sectores, incluyendo seguridad pública, retail, deporte, educación, salud y transporte, impulsando la demanda y generando nuevas oportunidades de negocio.” señaló Julia Anschütz MarcomManager para Argentina, Uruguay y Paraguay de Dahua Technology.
A continuación, se comparten las 4 principales causas que impulsan este crecimiento:
* Incremento de la inseguridad: La creciente preocupación por la seguridad en América Latina ha impulsado a gobiernos y empresas a invertir en sistemas de videovigilancia avanzados, con el objetivo de mejorar la protección y tranquilidad en las ciudades.
* Ciudades inteligentes: la videovigilancia es un pilar fundamental en la construcción de ciudades inteligentes, ya que permite optimizar la gestión del tráfico, mejorar la seguridad pública, optimizar el uso de recursos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
* Avances tecnológicos: la incorporación de IA, el Big Data, el Internet de las cosas (IoT) y el reconocimiento facial ha mejorado la eficiencia de las cámaras de vigilancia y por ende su uso en diferentes industrias.
* Facilidad de instalación: las cámaras modernas son cada vez más fáciles de instalar, como es el caso de las cámaras wifi que no requieren una instalación a través de cables. Esto promueve un mayor uso tanto en el ámbito doméstico como empresarial.
A pesar del crecimiento sostenido, el sector de la videovigilancia enfrenta desafíos importantes. El alto costo de las cámaras avanzadas, la falta de personal capacitado para operar sistemas de videovigilancia complejos y las preocupaciones éticas relacionadas con la privacidad son barreras significativas. Además, en países con menor desarrollo tecnológico, la adopción de estas soluciones se ve limitada por la falta de infraestructura adecuada. Estos obstáculos suponen un reto para la plena expansión del mercado.
“A pesar de estos desafíos, el futuro del mercado de videovigilancia en América Latina se presenta prometedor. La región cuenta con un gran potencial de crecimiento, impulsado por la creciente demanda de soluciones de seguridad, la expansión de las ciudades inteligentes y el desarrollo de nuevas tecnologías. La competencia entre los proveedores de soluciones de videovigilancia es cada vez mayor, lo que se traduce en una mayor oferta de productos y servicios a precios más competitivos.” concluyeron desde Dahua Technology.
Por Marcela Ernst