El gobierno avanza con su nueva “Ley Bases” y su política de reducción de la inflación y saneamiento de las finanzas nacionales. En el Congreso el gobierno busca que el planteo económico se consolide con una sostenibilidad a largo plazo que pueda generar previsibilidad. Por ello se encuentra avanzando en negociaciones con los diferentes bloques y gobernadores.

Aunque aún se encuentra en niveles altos, la inflación del 11% en marzo fue menor a la esperada y las consultoras corrigen a la baja sus estimaciones hacia el resto del año.

Esto le permite al gobierno continuar con la reducción de tasas de interés y saneamiento del Banco Central.

Por otro lado, el Gobierno mantiene el ritmo de devaluación corriendo al 2% mensual pese a que la inflación se mueve a un ritmo muy superior. Cuánto tiempo más se sostendrá el esquema y cuándo se saldrá del cepo es una de las principales incógnitas para el sector agropecuario mientras transita la liquidación de la cosecha.

En el inicio del año los indicadores de actividad económica se muestran en conjunto deteriorados. El sector agroindustrial posiblemente sea el único que encuentre una recuperación en comparación con la fuerte sequía del año pasado.

El manejo del humor social frente al importante impacto en la actividad que tuvieron las correcciones implementadas sigue siendo uno de los riesgos del programa, teniendo en cuenta que aún están pendientes correcciones de tarifas y la salida del cepo.

Panorama macroeconómico

Aún sin acuerdo político el gobierno avanza en su política fiscal y monetaria. La mejora de algunas variables económicas ha permitido que el Gobierno avance con su nueva “Ley Bases” y su política de saneamiento de las finanzas nacionales. En el Congreso, busca poner al ajuste fiscal sobre bases más firmes y cambiar las reglas de juego mediante leyes que permitan generar previsibilidad a largo plazo. Con ese objetivo, avanzan las negociaciones con los diferentes bloques y con los gobernadores en materia jubilatoria, laboral, de empresas públicas, desregulatoria, tarifaria, fiscal y de declaración de emergencias públicas.

Ampliando sobre el paquete fiscal enviado al Congreso, la llamada Ley de Medidas Paliativas y Relevantes incluye un conjunto de leyes que implican modificaciones en el Impuesto a las Ganancias, el Monotributo, los Bienes Personales, las moratorias jubilatorias con las que entre 2006 y 2022 se incorporaron 3,2 millones de personas, y la implementación de un blanqueo de capitales. Particularmente, cobra relevancia la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría (los salarios), con un mínimo no imponible en torno a las ARS 1,8 millones brutos, actualizados por inflación cada inicio de año. De esta forma, con las actualizaciones salariales moviéndose en conjunto con la inflación, el gravamen incorpora a más aportantes a medida que avanza el año y contribuye de mayor manera al equilibrio fiscal sobre fin de año, el periodo más complicado para las cuentas públicas. El Gobierno también apunta a aliviar la situación de las finanzas provinciales incrementando un impuesto de alta coparticipación (64% a las provincias), a la vez que reduce Bienes Personales e impulsa un “blanqueo” de capitales, liberando de penalidades a quienes reincorporen sus capitales al circuito oficial.

En este sentido, vale tener en cuenta que, para obtener el resultado fiscal positivo, no solo se utilizó la “licuadora” y la “motosierra”, sino también se postergaron pagos a las empresas generadoras de gas (estimadas en ARS 2 billones). Sumados todos estos factores, la contracción real interanual del gasto en el primer bimestre fue de 38%. Si al freno de la emisión se le agrega la estabilidad del tipo de cambio y el deterioro del consumo se pueden encontrar las razones de la desaceleración de la inflación a 11% mensual en marzo.

Frente cambiario

En el frente cambiario, el Gobierno mantiene el ritmo de devaluación corriendo al 2% mensual pese a que la inflación se mueve a un ritmo muy superior. Así, el tipo de cambio oficial viene perdiendo competitividad (-41%) desde la corrección inicial de diciembre.

Enfocándonos en los indicadores de actividad en general, en el inicio del año se observa un deterioro generalizado. Tanto los indicadores tempranos (relacionados con la construcción, la venta minorista PyME, el patentamiento, el impuesto a los Créditos y Débitos) como los de mayor consistencia a la hora de prever el PBI (elaborados por el INDEC: ISAC, IPI y EMAE), arrojan en los últimos tres meses resultados en deterioro respecto a fin de año.

Por Valeria Calvar