¿Te preguntaste alguna vez qué sucede en la mente de los bebés? ¿O en qué piensan cuando miran algo? ¿O cuán importantes serán las vivencias infantiles en la vida adulta? En sus primeros años de vida, el bebé no sólo necesita ver objetos, oír sonidos, probar nuevos sabores y tocar superficies, sino que además, precisa sentir las emociones de las personas que lo crían, sus abrazos, el tono de sus voces y sus modos de hablar. Mantener conversaciones con los bebés permite fomentar el intercambio de gestos y sonidos por encima del contenido. Estas primeras interacciones constituyen la base de la comprensión del lenguaje.

“La capacidad humana y social de inferir estados mentales, deseos e intenciones en otras personas se denomina teoría de la mente. Esta capacidad depende de la correcta decodificación de la comunicación no verbal( expresiones faciales, gestos, posturas, etc). La teoría de la mente se desarrolla y complejiza mientras el niño crece. Desde muy temprano, los bebés decodifican ciertos aspectos de la comunicación no verbal y deducen las intenciones de las personas. No es algo que se aprende, sino que se vincula con el desarrollo de ciertas áreas del cerebro. El rol del adulto en el desarrollo de esta capacidades implica interactuar con el bebé y ofrecer conductas no verbales”, sentenció la especialista en psiquiatría infanto-juvenil Alexia Rattazzi.

> APRENDER A TRAVÉS DEL JUEGO

En los primeros meses de vida, los bebés necesitan de la presencia de sus adultos referentes dispuestos a brindarles, desde el juego, experiencias enriquecedoras que propicien el acercamiento al mundo que los rodea. El juego, para los bebés es la base de los aprendizajes entendiendo que jugar potencia las habilidades de socialización, las motoras, cognitivas y creativas.

¿A qué y con qué jugar con los bebés?

* Jugar con agua.

* Jugar con tierra.

* Jugar con cajas y tubos de cartones.

* Jugar con cintas de colores, cuerdas y cordones.

* Jugar con diferentes tamaños de tuppers.

* Jugar con diferentes sonidos.

* Jugar con títeres.

* Explorar con diferentes texturas, materiales y colores.

* Cantarles.

* Ofrecerles libros blandos y suaves.

* Pintar con dedos y manos.

Desde mi opinión, potenciar el desarrollo creativo de los bebés fortalece sus habilidades intelectuales y los prepara para los desafíos que van a ir surgiendo a lo largo de su vida. La creatividad es imprescindible para que los bebés se desarrollen sabiendo que ellos poseen la capacidad de probar, equivocarse y de volver a intentar. De este modo, van creciendo, entendiendo que la vida es exploración y experimentación.