Mientras el presidente Emmanuel Macron da la bienvenida a París a líderes empresariales como Elon Musk antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de hoy, se observan los primeros indicios de que el estancamiento político de Francia está dañando la confianza empresarial y afectando a la toma de decisiones corporativas. Los datos publicados por la oficina de estadística del país el jueves mostraron que la moral de la industria francesa se desplomó inesperadamente en julio, después de que unas elecciones legislativas anticipadas convocadas por Macron dejaran a Francia en manos de un Gobierno provisional cuando acoge el mayor evento deportivo del mundo en un escenario de crecientes temores de seguridad. Macron dijo esta semana que su Gobierno saliente seguirá en funciones hasta después de los Juegos, cuando intentará nombrar a un primer ministro. Ha rechazado al candidato propuesto por una alianza de izquierdas, instando a una coalición más amplia. Elon Musk, de Tesla, y Bernard Arnault, de LVMH, son algunos de los presidentes que almorzarán con Macron el jueves en una cumbre de inversión. Los jefes de Coca-Cola, Samsung, TikTok y otros también estarán presentes, mientras que más de 100 jefes de Estado asistirán a la ceremonia de apertura olímpica a lo largo del río Sena. Un asesor de Macron dijo a la prensa la semana pasada que el presidente aprovechará la cumbre para apaciguar los temores sobre la crisis política. “Por supuesto, este evento será un poco especial, después de los acontecimientos políticos de las últimas semanas. El objetivo será sobre todo explicar a los altos ejecutivos extranjeros las decisiones tomadas por el presidente, la disolución (de la Asamblea Nacional) en particular”, dijo el asesor. “Para los inversores extranjeros, lo que importa es la política que se ha llevado a cabo, la continuidad y la estabilidad, dar certidumbre. Y el presidente tratará de tranquilizar a los directores generales asistentes sobre las decisiones que ha tomado”. Macron ha defendido su decisión de disolver la Asamblea Nacional tras la derrota sufrida a manos de la extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo de junio, aunque la votación resultante dejó a Francia en un estado de bloqueo parlamentario después de que ningún partido obtuviera la mayoría.

Planes trastocados
Tras informar el martes de que las ventas del segundo trimestre habían sido inferiores a lo previsto, el director financiero de LVMH, Jean-Jacques Guiony, declaró que “las incertidumbres políticas y fiscales en Francia” habían afectado a sus planes de recompra de acciones. “El Gobierno actual o precedente ha hablado de ataques a la recompra de acciones. El futuro Gobierno, nadie sabe lo que tendrá en mente. Así que, mientras tanto, es prudente no hacer nada”, dijo a los inversores. Mientras tanto, el consejero delegado de BNP Paribas, Jean-Laurent Bonnafé, dijo el miércoles que quienquiera que se convierta en el próximo primer ministro de Francia tendrá que limitar el gasto público en un contexto de creciente preocupación por la situación fiscal de Francia. “Es muy difícil entender quién va a ser el primer ministro, quién va a ser el ministro de Finanzas…, pero no es tan difícil entender que, al fin y al cabo, este país necesita una disciplina adicional en términos de gasto público”, dijo.

Por Gabriel Stargardter, Michel Rose,
Dominique Patton y Mathieu Rosemain
Agencia Reuters