Sincretismo religioso. Esta expresión, de acuerdo a su etimología, significa “obrar o hablar como un cretense”. El investigador peruano Manuel Marzal dice que tal término se empleó en el mundo helenístico para designar el fenómeno de inserción de dioses foráneos en el panteón de las propias divinidades. El vocablo sincretismo ha sido usado fundamentalmente por los antropólogos religiosos -principalmente latinoamericanos- dedicados al estudio de los procesos de contactos producidos entre el sistema de creencias de la cultura europea con las prehispánicas y africanas. Como consecuencia de estas relaciones las religiones se fueron transformando y a veces resulta difícil identificar los rasgos indígenas de los europeos.
El catolicismo popular hispanoamericano suele exteriorizar características sincréticas. Un claro ejemplo de lo que expresamos se manifiesta en la celebración que le rinden a la Madre Tierra los campesinos de las sierras peruanas. Según la antropóloga sanjuanina María Cristina Krause (Diario de Cuyo, octubre 2001), el 1 de agosto -día de la Pachamama- se relaciona con la fiesta de Santiago, el apóstol. “En ese momento se hace la contabilidad de cabras y demás animales, se les ponen cintitas en las orejas y en las esquinas de los corrales se pone un pequeño altar con las mejores hojas de coca en homenaje a la Pacha”.
En nuestro país como muestra de sincretismo podemos mencionar la devoción generada por el “Gauchito Gil”. En este culto advertimos la presencia de rasgos característicos del culto católico fusionados con elementos culturales nativos, sobre todo guaraníticos. Por ejemplo la iconografía lo representa apoyado sobre una cruz, representando la crucifixión. Del mismo modo sus oratorios se presentan colmados de banderas rojas, símbolo del grupo federal al que pertenecía. Además sus creyentes cuando asisten a su principal santuario suelen exteriorizar ciertas conductas rituales sincréticas como el encender velas de manera invertida reproduciendo -de manera simbólica- la forma en que murió Gil: cabeza abajo. También algunas rogativas particulares son enunciadas en guaraní combinadas con oraciones cristianas y es habitual que los practicantes porten imágenes de “San La Muerte” creencia de la que él “gauchito” fue devoto.
Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado