Hace un buen tiempo que se debía esta juntada entre Inti Huama, Mínguez-Barboza y quien escribe. El que la diseñó nos dio la bella oportunidad de juntar retacitos de emociones desperdigadas por escenarios de la provincia, el país y el extranjero, portando orgullosos como insignia la música de nuestra región.
Uno de los atractivos del Concierto, que se realizará el sábado 15 de Junio, a las 21.30 hs. en el Auditorio Ing. Juan Victoria -uno de los mayores escenarios del mundo- seguramente será mostrar que lo que aprendimos del arte y de la gente bien puede resumirse en un abrazo tripartito y generoso frente a la historia que el público ha colectado de estos tres intérpretes que hicieron del abrazo a la gente un modo de vida, y que, sin avisar, vuelven a ponerle en el tapete a modo de recordatorio, desde la realidad actual, y (gracias a Dios) con vigencia.
Dejando a salvo los logros artísticos que el tiempo ha ido acuñando y sobre los cuales el público es el único legitimado para señalar, Minguez-Barboza lleva en la sangre el ilustre nombre de El Horcón, con todo lo que eso significa para lo que comenzó como sueño y fue acuñando éxitos extraordinarios por todas partes. E Inti Huama sigue ofreciendo desde siempre personalidad, calidad y carisma en los escenarios.
Quien tuvo la idea de juntarnos, seguramente logró abrazar una época de la música sanjuanina con proyección fuera del terruño. Hasta límites impensados, porque nadie conoce el destino de sus primeros pasos, aunque pretenda para ellos la realización de sueños gloriosos. Se llega o no, es parte de la vida.
No olvidaré jamás cuando teníamos programado con Hugo un Recital en el Anfiteatro del Auditorio y alguien nos allegó el nombre de tres muchachos de nuestra generación que -nos aseguró- cantaban muy bien. Eran unos desconocidos Inti Huama. Los invitamos y fue el hallazgo de un camino de música y fraternidad que hoy sigue en vigencia a pesar de tantos años.
Y cuando en una actuación en la Boite del Casino de San Juan, que estaba emplazada en el edificio de la actual Legislatura, compartimos el escenario con un grupo que fue el germen de los exitosos Mínguez – Barboza. Desde entonces incondicionales amigos y compinches en la aventura del arte.
Con ambos artistas actuamos en numerosas giras por el país y extranjero e incluso difundieron ellos por el mundo las canciones de mi autoría, lo que hasta hoy es una dulce espada clavada en lejanos lugares.
Amo el Auditorio Juan Victoria. Conservo muchos registros de actuaciones en esa sala prestigiosa y única. Todas superan largamente en calidad a las mejores grabaciones en estudios.
Allá vamos, querido San Juan. Gracias comprovincianos. Si algo logramos ser fuera de esta querencia, lo debemos al hermoso adagio de que quien pinta su aldea pinta el mundo…
Por el Dr. Raúl de la Torre
Abogado, escritor, compositor, intérprete.