Al menos 225 millones de personas votaron ayer al próximo presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, cada cuatro años, el sistema electoral norteamericano es criticado y muchos electores tienen la impresión de no tener influencia en el resultado.

Elección indirecta
La primera particularidad de esta elección es su carácter indirecto. Eso significa que los ciudadanos de los 50 estados que componen el país eligen representantes cuyo número es proporcional a la cantidad de la población del estado.

Para convertirse en presidente de los Estados Unidos, se decide en un Colegio Electoral. Allí, el candidato tiene que conseguir al menos 270 electores de los 538 que hay en total. Una de las críticas al sistema es que se puede llegar a un empate con 269 voces cada uno.

El estado que tiene más representantes es California, con 55 “grandes electores”. Al contrario, el estado peor representado es el Delaware, con solo “3 grandes electores”.

Este sistema explica por qué los candidatos se concentran más en las encuestas enfocadas en los estados, y menos en las proyecciones a nivel nacional. En el año 2000, el candidato demócrata Al Gore tuvo 48.4% de los votos contra 47.9% por George Bush, pero el candidato republicano ganó las elecciones con 271 representantes sobre los 538 que hay en total.

El sistema del “First past the post”
En cada estado, el candidato que obtiene la mayoría de los votos, se queda con los grandes electores. El sistema tiene la ventaja de ser sencillo pero que es criticado por su falta de representatividad. En estados importantes como California, por ejemplo, estado demócrata tradicionalmente, los republicanos saben que sus votos no van a tener peso en la elección.

La batalla se hace en los “Swing States”
Los estados con una cultura política tradicional bien marcada como Texas, tierra republicana, los candidatos dedican menos tiempo de su campaña que en estados donde los resultados son más inciertos : los “swing states”. Ohio y New Hampshire, donde Donald Trump debería ganar, o La Florida y Michigan donde Kamala Harris encabeza por poco las encuestas, son los estados clave en esta elección histórica.

El voto anticipado
En algunos estados, la votación se abrió hace algunas semanas. El voto por correspondencia empezó el 9 de septiembre en Carolina del Norte y siguió en Alabama y Minnesota. En total, son 37 los estados que autorizan el voto anticipado sin cualquier justificativo. En esta elección histórica, el 30% de los votantes eligieron votar anticipadamente (19 millones de personas).

Pensilvania (19 electores), Georgia (16), Carolina del Norte (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6) son clave para determinar al sucesor de Joe Biden en la Casa Blanca. Son distritos con diferentes composiciones sociales, étnicas y religiosas, que los candidatos intentaron conquistar con resultado incierto.

La elección se gana con un margen máximo de 200.000 votos. En estas horas o quizás días, se conocerá con números concretos a quien sea nuevo presidente de Estados Unidos.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO