Los comedores, bares restaurantes y todos aquellos lugares donde se brindan servicios culinarios, no solo han cobijado al cliente común, también han acogido a consumidores especiales tales como artistas, dirigentes políticos o sindicales y a diversos profesionales. Todos ellos habituaban reunirse para departir temas de su incumbencia, a veces salpicados con diálogos prosaicos. En San Juan hubieron -y aún existen- numerosos sitios de esta índole. Uno de ellos fue un famoso restaurante, situado sobre la actual avenida España, entre Córdoba y General Paz.
El citado lugar era conocido popularmente como “Comedor de Manuel” propiedad de don Bautista Galerano y Manuel Rosas -este último encargado de preparar comidas-. El edificio era de construcción rústica- edificado luego del sismo de 1944, muy bien atendido por sus propios dueños. Adyacente al comedor existía una pescadería. En el local los comensales disfrutaban de apetitosos platos preparados minuciosamente, especialmente de origen español, como pescados -sazonados en variedad- y sabrosas paellas.
El sitio era frecuentado por los políticos de la época, aunque igualmente atendía al público en general. A mediados de 1950 era habitué del comedor el entonces gobernador de San Juan, don Elías Amado. Se dice que el nombrado solía asistir acompañado de sus pares, corrientemente dirigentes políticos pertenecientes al Partido Justicialista, como don Roque Galerano -hermano de Bautista-, Rinaldo Viviani -luego gobernador- y el senador Paulino Herrera, entre otras importantes personalidades, todos peronistas de primera hora.
Era común observar estos personajes, sin guardaespaldas, mezclados con el resto de la concurrencia, compartiendo comidas con un trago de añejo vino sanjuanino, surtido con entretenidos diálogos y risas. Generalmente solían asistir los días sábados, donde luego de almorzar, se realizaban interminables partidas de “truco”.
Además, relatan los informantes, que en esta época viajó a San Juan don Juan Duarte -hermano de Evita y secretario privado del General Perón-. El nombrado en la ocasión asistió al famoso local, invitado por Roque Galerano, reuniéndose con los restantes compañeros. Allí cenó, quedándose prendado del menú con el que fue agasajado. También relatan los testigos que distribuyó entre un grupo de taxistas sanjuaninos ordenes de compra para que pudieran adquirir automóviles para sus trabajos, a precios de lista. Asimismo recuerdan los testigos que otro de los concurrentes fue el legendario Secretario General de la CGT., don José Espejo, sanjuanino y jachallero de pura estirpe.
Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia