Un equipo de científicos chinos ha publicado nuevos avances en el conocimiento del mecanismo olfativo de los insectos, lo que proporciona información de utilidad para desarrollar pesticidas seguros, eficientes y que no dañen el medio ambiente.

La investigación, publicada en la plataforma web de la revista especializada Science, parte de la premisa de que los insectos -en este caso los pulgones- utilizan su sentido del olfato para percibir sustancias químicas emitidas por otros organismos, lo que genera una respuesta conductiva en los primeros.

Entre los receptores olfativos existen unos específicos que son activados por las feromonas de alarma, la sustancia que segregan los pulgones debido a la presencia de un enemigo natural u otros peligros, indica el estudio.

Las feromonas contenidas en esa sustancia son olidas por los pulgones cercanos, actuando como una advertencia para que escapen, indica el estudio.

Mediante el uso de microscopios de crioelectrones, los científicos estudiaron la estructura de esos receptores de alarma en los pulgones y descubrieron el mecanismo por el cual estos insectos reconocen las feromonas que alertan del peligro, lo que brinda una nueva perspectiva para entender las interacciones entre insectos.

El investigador del Instituto de Genómica Agraria de Shenzhen (sur) y director del proyecto, Wang Guirong, destacó la importancia tanto científica como práctica del descubrimiento, que puede servir de guía para el desarrollo de sistemas de control de plagas inocuos para el medioambiente.

Junto a Wang, también participaron en la investigación científicos de la Universidad Agraria de Huazhong y del Instituto de Protección Vegetal, ambas pertenecientes a la Academia China de Ciencias Agrarias.

> Hidrocoral rojo
En las frías aguas que bañan el Estrecho de Magallanes, científicos descubrieron la presencia de hidrocoral rojo, un hallazgo inédito que arroja luz sobre estos ecosistemas marinos casi inexplorados.

Es el descubrimiento de hidrocoral rojo más austral y a menor profundidad que ha sido descrito hasta ahora en el mundo y ocurrió dentro de la reserva nacional chilena Kawésqar, en la Patagonia, por la fundación Rewilding Chile junto al Instituto Español de Oceanografía.

Los detalles del hallazgo, enmarcado en un programa de conservación marina de la fundación heredera de Tompkins Conservation, fueron publicados en la revista online Scientific Reports que pertenece a Nature.

“En esta zona en especial hay muy poca información. Por lo tanto, en algunas de estas expediciones tuvimos la suerte de llegar a un sitio donde encontramos el errina antártica, que es un hidrocoral rojo, en aguas muy someras, de muy baja profundidad”, dice Ingrid Espinoza, directora de conservación de Rewilding Chile.

La presencia de colonias de hidrocoral rojo estaba descrito a mayor profundidad y un poco más al norte. La investigación actual las detectó en esa reserva con tamaños de entre 0,14 hasta 15,8 centímetros y a profundidades que van desde 1,23 hasta al menos 33 metros.

Los corales, que son animales inmóviles, son estructuras tridimensionales y calcáreas que forman bosques y aumentan la biodiversidad de los lugares en que están, porque funcionan como hábitat y refugio; sitio de desove y apareamiento de distintas especies.

La presencia de hidrocoral rojo indica un ecosistema sano y funcional ya que son muy sensibles a impactos ambientales, señaló Rewilding, alertando que está desprotegida aunque figure en estado vulnerable de conservación según el reglamento local sobre clasificación de especies silvestres debido a amenazas como la salmonicultura, cambio climático y contaminación.

“Son especies que reaccionan muy rápido a los impactos del cambio climático, verdaderos centinelas que nos indican ciertos cambios. Eso mismo te debiera hacer tomar conciencia respecto de que estas zonas, estas especies y este tipo de hallazgos nos están entregando información para la toma de decisiones: dónde conservar, por qué conservar y cómo conservar”, dijo Espinoza.

Por Agencia EFE