Creí que China estaría en pánico por los aranceles del presidente Donald Trump, contra los principales socios comerciales de Estados Unidos. Sin embargo, me encontré una realidad muy distinta a la que se vive en México y otros de los países más afectados por la guerra comercial de Trump.
Hay una creencia muy expandida aquí de que China puede ser el gran ganador de los aranceles de Trump contra los socios comerciales de Estados Unidos. Aunque nadie en China está festejando los aranceles de Trump contra este país, muchos creen que las medidas del presidente Trump contra Europa, México, Canadá y otros aliados históricos de Estados Unidos, junto con los recortes masivos en la ayuda exterior de Washington, están destrozando el prestigio internacional de Estados Unidos. Esto le permite a China presentarse ante el mundo como la única superpotencia responsable, me dicen diplomáticos en esta ciudad.
“China puede ser el ganador de los aranceles de Trump contra los socios comerciales de Estados Unidos”.
Una de las razones por las que China no está entrando en pánico es que, a diferencia de México, que depende del mercado estadounidense para el 83% de sus exportaciones, China vende solo el 16% de sus exportaciones a Estados Unidos.
Los funcionarios chinos se cuidan de no dar la impresión de estar celebrando las medidas de Trump. Sin embargo, el periódico oficial del Partido Comunista, “The China Daily”, las celebra indirectamente publicando artículos que citan a funcionarios europeos, latinoamericanos y africanos, diciendo que China será el principal ganador del repliegue de Estados Unidos en el escenario global.
Los drásticos recortes de Trump a la ayuda de Estados Unidos a América Latina y África también se ven aquí como una gran oportunidad para aumentar la influencia de China. Los funcionarios chinos enfatizan casi a diario que China continuará y posiblemente aumentará su asistencia para el desarrollo a unos 150 países en el marco de su iniciativa de la Franja y la Ruta.
En América Latina, los principales receptores de ayuda estadounidense que probablemente se verán afectados por los recortes de Trump son los países de América Central y el Caribe, Colombia y Haití. Gran parte de esa ayuda se destina a combatir las causas de fondo de la migración y el narcotráfico.
Otra de las asombrosas decisiones de Trump que más afectarán la influencia exterior de Estados Unidos será el desmantelamiento de la Voz de América, Radio Europa Libre y Radio Martí a Cuba, así como los recortes de fondos a grupos que promueven la democracia y la libertad de expresión en dictaduras latinoamericanas.
Mientras Trump cierra las herramientas más poderosas de Estados Unidos para difundir los valores de Occidente, China avanza para ganar apoyos en todo el mundo.
La gran ironía de la presidencia de Trump es que el mandatario, que más insiste en retratarse rodeado de banderas estadounidenses y que afirma estar haciendo que “Estados Unidos vuelva a ser grande”, esté propiciando la mayor caída de la influencia externa de Estados Unidos de la historia. Aquí, en China, lo ven como un regalo del cielo.
Por Andrés Oppenheimer
Columnista del Miami Herald