China ha pedido a sus fabricantes de automóviles que detengan las grandes inversiones en los países europeos que apoyan los aranceles adicionales sobre los vehículos eléctricos fabricados en China. Se trata de una medida que probablemente dividirá aún más a Europa.

Los nuevos aranceles de la Unión Europea, de hasta el 45,3%, entraron en vigor en las últimas horas, tras un año de investigación que dividió al bloque y provocó las represalias de Pekín.

Diez miembros de la UE, entre ellos Francia, Polonia e Italia, apoyaron los aranceles en una votación celebrada los últimos días de octubre, en la que cinco miembros, entre ellos Alemania, se opusieron y 12 se abstuvieron.

Mientras Pekín sigue negociando una alternativa a los aranceles, fabricantes chinos de automóviles, entre ellos BYD, SAIC, y Geely, fueron informados en una reunión celebrada por el Ministerio de Comercio de que debían pausar sus planes de inversión en activos pesados, como fábricas en países que respaldaban la propuesta, dijeron las fuentes.

Varios fabricantes de automóviles extranjeros también asistieron a la reunión, donde a los participantes se les dijo que fueran prudentes acerca de sus inversiones en los países que se abstuvieron de votar y fueron “alentados” a invertir en los que votaron en contra de los aranceles.

División europea
Italia y Francia son algunos de los países de la UE que han estado cortejando a los fabricantes de automóviles chinos para las inversiones, pero también han advertido de los riesgos que una avalancha de vehículos eléctricos chinos baratos plantean a los fabricantes europeos.

La empresa estatal SAIC, segundo mayor exportador de automóviles de China, está eligiendo un emplazamiento para una fábrica de vehículos eléctricos en Europa y ha estado planeando por separado abrir su segundo centro europeo de piezas en Francia este año para satisfacer la creciente demanda de sus coches de la marca MG.

El Gobierno italiano está en conversaciones con Chery, el mayor fabricante chino de automóviles por exportaciones, y otros fabricantes chinos, entre ellos Dongfeng Motor, sobre posibles inversiones. El Ministerio de Industria italiano declinó hacer comentarios.

BYD está construyendo una planta en Hungría, que votó en contra de los aranceles. El gigante chino del vehículo eléctrico también ha estado considerando la posibilidad de trasladar su sede europea de Países Bajos a Hungría debido a preocupaciones sobre los costos, dijeron dos fuentes.

Incluso antes de que Pekín emitiera sus directrices, las empresas chinas se mostraban cautelosas a la hora de establecer de forma independiente centros de producción en Europa, ya que requiere grandes sumas de inversión y un profundo conocimiento de las leyes y la cultura locales.

En la reunión también se les dijo a los fabricantes de automóviles que debían evitar las conversaciones por separado sobre inversiones con los países europeos y, que, en su lugar, deberían trabajar juntos para mantener conversaciones colectivas, dijeron las fuentes.

Por Zhang Yan y Javier Larrañaga
Agencia Reuters