El banco estatal brasileño Banco do Brasil, el segundo mayor del país por activos, lanzó en junio una campaña para combatir el aumento de las declaraciones de quiebra en el sector agroindustrial, dijo un alto ejecutivo.

El minorista agrícola brasileño AgroGalaxy se declaró en quiebra la semana pasada, sumándose a una tendencia en la potencia agrícola, afectada por la caída de los precios de las materias primas y los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y sequías sin precedentes. “El proceso de quiebra para los productores rurales no es saludable”, dijo Felipe Prince, vicepresidente de controles internos y gestión de riesgos del Banco do Brasil. “Pone en riesgo sus activos, que son sus tierras, y corta el acceso a nuevos créditos. La agroindustria es cíclica, y se necesitan recursos para iniciar una nueva cosecha”.

Prince sugiere, en cambio, ayudar a los clientes con medidas como la ampliación de la deuda y la gestión del crédito.

Principal prestamista

Como principal prestamista del país en el sector agrícola, con cerca del 50% de cuota de mercado entre los productores rurales, el Banco do Brasil ha involucrado a los superintendentes de las principales regiones productoras para advertir a los prestatarios sobre los riesgos empresariales a largo plazo de la quiebra.

Prince reconoció un reciente aumento de las solicitudes de quiebra, pero señaló que el volumen global sigue siendo pequeño: entre los más de 700.000 productores de la cartera del banco, 150 se encuentran actualmente en situación de protección por quiebra.

La oficina de crédito Serasa informó de que 321 empresas que ofrecen productos y servicios directamente vinculados a la agroindustria se declararon en quiebra el año pasado, un 82% más que en 2022.

Créditos de carbono

Los datos publicados este mes mostraron otras 82 solicitudes registradas en los tres primeros meses de este año.

En declaraciones periodísticas desde Nueva York, donde el banco celebró un evento para inversores durante la Semana del Clima, Prince dijo que el Banco do Brasil está trabajando para establecerse como un actor clave en el mercado de créditos de carbono que compensan las emisiones.

El martes último, el banco anunció que había conseguido 800 millones de dólares de JPMorgan Chase Bank, Standard Chartered Bank, HSBC Bank y Crédit Agricole para financiar a pequeños y medianos productores que utilicen métodos agrícolas con bajas emisiones de carbono.

 

Por Marcela Ayres
Agencia Reuters