A medida que se acercan los Juegos Olímpicos de París, las temperaturas veraniegas seguirán aumentando. Esto supondrá un desafío adicional para los atletas que intenten llevarse medallas a casa. No habrá aire acondicionado en las habitaciones de los atletas en París 2024, ciudad sede de los Juegos más ecológicos de la historia. Esto significa que tendrán que prestar más atención a su temperatura corporal mientras entrenan, se recuperan y compiten.
“Puede hacer mucho calor y ser miserable (en París), como lo fue en Tokio durante los últimos Juegos Olímpicos”, dijo Craig Heller, profesor de biología de la Universidad de Stanford especializado en la regulación de la temperatura corporal.
La Universidad de Stanford, en la zona de la bahía de California, es muy conocida por sus atletas olímpicos, ya que al menos un medallista en todos los Juegos desde 1912 está vinculado a la escuela. Los atletas afiliados a Stanford ganaron 26 medallas en Tokio y 27 en Río en 2016.
Los investigadores de la escuela, como Heller, han tenido la oportunidad de estudiar la regulación de la temperatura corporal, y la proximidad a Silicon Valley ha permitido que la tecnología entre en el campo de juego.
> Un dispositivo contra el calor
Heller coinventó CoolMitt, un dispositivo que se lleva como una manopla en la mano y que ayuda a extraer el calor a la vez que enfría la sangre que circula de vuelta al corazón y a los músculos del atleta.
Está diseñado para ser utilizado durante los descansos en los partidos, entre series y repeticiones en el gimnasio, o en cualquier breve descanso en el entrenamiento o la competición.
“Si se elimina el calor del núcleo del cuerpo, se evita que se acumule en los músculos activos, que siguen trabajando”, explica Heller.
“Así que lo que hace CoolMitt es evitar la hipertermia, el aumento de la temperatura corporal hasta un nivel peligroso. Y, por lo tanto, permite aumentar el volumen de trabajo. Y si tienes un mayor volumen de trabajo, consigues un mayor efecto acondicionador”.
Tyler Friedrich, director asociado de atletismo para el rendimiento aplicado en la Universidad de Stanford, trabaja con atletas del campus, incluidos algunos que fueron a Tokio y probablemente vayan a París, en programas de fuerza y acondicionamiento. “Sabemos que si nos sobrecalentamos, no rendiremos al nivel que queremos o deberíamos. Por eso, en algunos casos, regular el calor y la temperatura central puede ser fundamental y vital para rendir a un alto nivel”, afirmó Friedrich.
Por Nathan Frandino y Héctor Espinoza
Agencia Reuters