Me motiva escribir y compartir con mis conciudadanos, a través de este diario, un simple comentario sobre el mensaje presidencial con motivo del primer año de la actual gestión.

Considero que se está en el camino correcto, si cumple con el plan expuesto.

La lucha contra el narcotráfico es una prioridad en cuanto a que significa poner freno al hecho de matar en vida a nuestros jóvenes, futuro del país.

Achicar el Estado, es necesario como cuidar los gastos indebidos de funcionarios deshonestos. Limpiar la burocracia improductiva.

Respecto a las fuerzas de seguridad, aplaudo que sean capacitadas y cumplan el rol importante, defensa, justicia y orden, no sujetas a compromisos políticos.

Buscar inversores, ofreciendo un país ordenado, con futuro, es la clave para el crecimiento de nuestra Argentina, que estaba inmersa en la confusión sin destino.

Lo que no se debe olvidar en toda dirigencia política, es la humanidad del hombre, donde la solidaridad debe reinar, no caer en un capitalismo a ultranza y cuidar el equilibrio, ya que conocemos un mal del mismo: la avaricia de algunos sectores que el Estado debe controlar, afirmando valores sólidos en su población, a través de la educación pilar indispensable para el bien de nuestra Argentina.

La ley anti mafia que espera media sanción en el Senado, junto a bajar la edad de impunidad contribuirá a luchar contra el crimen organizado logrando mayor seguridad social.

“Hemos vivido décadas de populismo, de discursos seductores al oído del pueblo, pero que escondían solo miseria, y mediocridad intelectual que atravesó todos los estratos sociales.”

A título personal, creo que el tema producción junto a creación de fuentes de trabajo, debe ser incentivado internamente con líneas crediticias bien implementadas, darían resultados positivos.

Esto, unido a la modificación de planes de estudios en algunas universidades, que se quedaron en el tiempo, lograría profesionales eficientes. Mucho más aún si lo que se está planteando es un futuro marcado por la tecnología, la Inteligencia Artificial, minería y tecnología nuclear.

Hemos vivido décadas de populismo, de discursos seductores al oído del pueblo, pero que escondían solo miseria, y mediocridad intelectual que atravesó todos los estratos sociales.

Es necesario despertar a un mundo donde las necesidades deben suplirse con estudio, trabajo, buenos salarios, emprendimientos y empresas que trabajen por el bien común. Por lo que hay que dejar de lado todas las ideas de corrupción, ya sea en el ámbito estatal como en el privado.

Trabajar para sanar esa crisis moral que persiguió al pueblo argentino durante tanto tiempo es una tarea individual y colectiva. Debemos tomar un rumbo de una sociedad más justa y próspera. Pero, para ello, debemos tomar todos un compromiso desde el hogar para llegar a todas las instituciones de la República. Eso nos hará un país sano, creíble y con un alto nivel en calidad humana.

Es de esperar que los anuncios del Presidente de la Nación, para el próximo año, del comienzo de la reactivación económica se haga realidad para todos los sectores de la sociedad, sin excepción. Los argentinos queremos vivir en paz y sin discordias políticas anacrónicas que nada aportan. Todos los argentinos debemos apoyar las iniciativas que saquen al país adelante.

Por Beatriz del Alba