Las tierras raras son un grupo de elementos químicos utilizados para para producir turbinas eólicas, coches eléctricos y todo tipo de tecnología y armamentos. Además, se utilizan en medicina, en tratamientos para el cáncer de próstata y de huesos. En el territorio argentino los yacimientos con mineralizaciones primarias de tierras raras se encuentran en el noroeste, en las provincias de Salta y Jujuy, en la provincia de San Luis y en el sur de la provincia de Santiago del Estero.

En la actualidad Brasil y Chile tienen el potencial para pner en marcha algunos proyectos. Además, Perú se sumó a una etapa temprana de exploración.

En este contexto, Argentina debe prestar especial atención para explotar sus yacimientos, debido a que el precio de las tierras raras escalará de forma significativa en los próximos años, en medio de la pujante demanda para turbinas eólicas y autos eléctricos, smartphones, televisores, drones, óptica y equipamiento de salud. Todo esto en medio de una oferta acotada, dijo a Reuters el CEO de Aclara Resources, Ramón Barúa.

El ejecutivo explicó que entre 90-95% de la demanda futura de este material clave para la fabricación de magnetos permanentes vendrá de industrias vinculadas a la transición energética.

El mercado anual
Actualmente, el mercado anual de tierras pesadas, como disprosio y terbio, se encuentra entre 3.000-3.500 toneladas casi concentradas en la producción de China y Myanmar. Para 2030 las proyecciones que maneja la compañía con asiento en Toronto muestran que la demanda se duplicaría.

“Hay un nicho importante en un mercado que tiene una brecha enorme entre oferta y demanda (…). Hay incluso potencial de que esa demanda incluso siga subiendo, pero vemos un suministro bastante acotado”, dijo Barúa.

Aclara busca una producción de tierras raras pesadas entre sus proyectos de Brasil y Chile de 241 toneladas anuales, lo que equivaldría a un 16% de la producción china de 2023. Estos países tomaron la delantera con respecto a Argentina.

Barúa describió como una fortaleza de los activos de Aclara la presencia de tierras raras pesadas, que han sido una de las soluciones para mejorar la efectividad de los magnetos en motores de autos eléctricos.

“El tipo de arcilla iónica que estamos desarrollando tiene muchísimo valor desde el punto de vista estratégico mundial de cara a la lucha contra el cambio climático”, apuntó.

El mercado prometedor de los autos eléctricos
El yacimiento “que tiene las pesadas es el que te da el acceso para que puedas vender en este mercado tan prometedor de los vehículos eléctricos. Eso hace, como los volúmenes son más chicos, hace que si bien los tonelajes son menores, el valor es muchísimo más alto”, explicó.

Como ejemplo, señaló que el disprosio chino estaría en unos 250 dólares por kilo. “Nosotros pensamos que en un mercado fuera de China y bajo estos parámetros de desbalance entre oferta y demanda ese precio podría llegar hasta los 5.000 dólares”, dijo.

El ejecutivo opinó además que la oferta desde China -que no ha variado mucho en los últimos años- y Myanmar podría ser afectada en la medida que consumidores de mercados como Estados Unidos y Europa demandan productos con mayor trazabilidad y diversificar sus fuentes de materiales críticos.

“Muchas empresas occidentales están pidiendo la exclusión de material que no sea trazable, y por otro lado una demanda creciente con esos atributos, pensamos que los precios de tierras raras a futuro deberían subir de manera significativa”, señaló.

Aclara promete producir con un método de bajo impacto ambiental, con uso de un fertilizante común y recirculación de agua, que tampoco generaría relaves.

Barúa reconoció que el método sería más costoso que el empleado en China pero que responde a las demandas más sostenibles del mercado.

Esperan el permiso ambiental de Chile

En Chile, Aclara espera el permiso ambiental para su proyecto de arcillas iónicas Módulo Penco, en el sur del país, y prevé que su tramitación se extienda por unos18 meses para luego tomar un lapso similar en la construcción y puesta en marcha.

Por otra parte, posee el proyecto Módulo Carina valorado en 1.500 millones de dólares para la producción de tierras raras en el estado de Goiás en Brasil, que es cerca de cinco veces mayor al proyecto en Penco.

Espera presentar la solicitud de permiso ambiental a inicios del próximo año y actualmente trabaja en aspectos técnicos para adelantar la puesta en marcha para 2027.

La ferrominera chilena CAP entró en la propiedad local del proyecto y tiene la opción de ampliar su participación futura a toda la empresa.

 

Fabián Cambero y Javier Leira
Agencia Reuters