Dentro de los innumerables hechos oscuros que ocurrieron en el país, desde hace décadas, uno de ellos sigue sin resolución, sin justicia. Es decir que no hay condenados por un ataque contra el territorio nacional y sus ciudadanos.

Fue un día como hoy, 18 de julio, pero de 1994 cuando se producía un atentado terrorista contra la República Argentina, más precisamente en la Capital del país, en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). A las 9:53 horas de ese día, una camioneta Renault Trafic blanca cargada con explosivos se estrelló contra el edificio, matando a 85 personas, hiriendo a 300 y destruyendo el inmueble por completo. En el atentado murieron 67 personas que estaban dentro de la AMIA y otras 18 que estaban caminando en la vereda o se encontraban en edificios aledaños. El día del atentado, la AMIA cumplía 100 años de historia, y se estaban realizando refacciones en su interior. Desde el principio, las sospechas recayeron en la organización islamista Hezbolá, con apoyo del gobierno de Irán, pero sólo 12 años después del atentado, en octubre de 2006, se lograron reunir las pruebas necesarias para formular oficialmente la acusación contra el Gobierno de Irán como instigador, y contra Hezbolá, como ejecutor, por parte de una unidad fiscal creada al efecto por el Gobierno argentino. La Justicia argentina dictaminó la responsabilidad de Irán en el atentado y se emitieron pedidos de captura internacional en INTERPOL para buscar a los sospechosos. El ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, fue acusado de ser el autor intelectual del atentado. El gobierno argentino de la administración kirchnerista había firmado un Memorándum de Entendimiento Argentina-Irán y la AMIA se opuso fuertemente.

> Cumbre antiterrorista en Buenos Aires
A pocas horas de cumplirse un aniversario más del atentado terrorista, el presidente de la Nación, Javier Milei, participó de un acto contra el antisemitismo organizado por el Congreso Judío Mundial, en el que cuestionó al terrorismo y recordó a las víctimas de aquel hecho. Una cumbre antiterrorista en Buenos Aires reunió a los presidentes Milei (argentina), Santiago Peña (paraguay) y Lacalle Pou (Uruguay), donde también asisten dirigentes y líderes comunitarios de América y Europa.

La cumbre antiterrorista está pensada para dar un mensaje en el marco de los 30 años del atentado contra la Amia. Pero también será la primera en su tipo tras el ataque del grupo fundamentalista Hamas a territorio israelí, que dio paso a una sangrienta guerra en la Franja de Gaza.

En secreto trabajan en la organización de la cumbre en el Hotel Hilton, agentes extranjeros y locales para dar seguridad a un encuentro que se estima reunir a no menos de 200 dirigentes judíos de distintos países, incluyendo varios funcionarios de los Estados Unidos como el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, Benjamin Cardin. La cumbre contra el terrorismo, está organizada por el Congreso Judío Latinoamericano y el Congreso Judío Mundial, junto a la DAIA y la AMIA, y tiene apoyo logístico del Gobierno argentino, que mantiene un alianza incondicional con el Estado de Israel y con la colectividad judía por orden del presidente Javier Milei.

Esta vez habrá tres reuniones simultáneas de alto nivel. Un foro de Ministros de Seguridad e Interior, organizado en conjunto con el Ministerio de Seguridad de la Argentina, con funcionarios de América, Europa e Israel. Y un foro de responsables para la lucha contra el antisemitismo y discriminación, que organiza la Cancillería.

En un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a principios de febrero, el jefe de Estado argentino ratificó su condena a Hamas por los actos terroristas cometidos el 7 de octubre y confirmó su decisión de mover la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén. Precisamente en esta cumbre también se trata el tema Hamas y otros grupos terroristas.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO