El 12 de Octubre de 1822 después de dejar el Perú, al no haber logrado los objetivos en la entrevista de Guayaquil, el Libertador, General Don José de San Martín, llegaba a Valparaíso, permaneciendo en Chile un par de meses en la hacienda del General O’ Higgins, debido a su delicado estado de salud.
Más tarde cruza la cordillera y en enero de 1823, en el cordón montañoso, lo recibe el Coronel Manuel de Olazábal, llegando el 3 de febrero de 1823 a la ciudad de Mendoza, donde se aloja en la casa de una familia amiga; desde allí le responde al General peruano Luis Orbegoso, quien le reclamaba su regreso urgente al Perú. San Martín no regresa y le encomienda que los peruanos deben reconocer la autoridad del Congreso, pues bien o mal, era lo elegido por el pueblo.
“Vale detenerse aquí, y poner de relieve el espíritu republicano y democrático del Libertador, de sostener de todos modos las instituciones gubernamentales de la joven nación, aún en tiempos de guerra y dura crisis interna”.
En marzo de 1823 se instala en la Chacra Los Barriales (actual Departamento San Martín, Mendoza). Su esposa Remedios enferma en mayo de aquel año y reclama su presencia. Es aquí donde el gobernador de Santa Fe, Brigadier General Estanislao López, le hace saber que hay partidas en el camino a Buenos Aires que pretenden detenerlo y hasta matarlo; el gobernador le ofrece su ayuda, pero San Martín decide suspender el viaje, y le responde que irá solo, pues no soporta tamaña humillación.
Lamentablemente, Remedios Escalada muere un 3 de agosto de 1823.
En septiembre, Simón Bolívar asume el mando supremo del Perú.
Mañana sábado, 17 de agosto, a las 14:30 horas, invitamos a rendir homenaje al Padre de la Patria, en el Monumento Ecuestre del Parque de Mayo.
El exilio del Padre de la Patria
El 20 de noviembre de 1823 finalmente San Martín sale de Mendoza y llega a Buenos Aires el 04 de diciembre. Luego de recuperar a su hija Mercedes de siete años; quien estaba al cuidado de su abuela Doña Tomasa de la Quintana; y ante la imposibilidad de permanecer en suelo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, debido a los serios inconvenientes con el gobierno de Buenos Aires, el Libertador se embarca con la pequeña a Europa el 10 de febrero de 1824. Llega al puerto del Havre el 23 de abril de 1824, pero la policía de Luis XVIII le impide que permanezca en suelo francés, no obstante las gestiones que hizo ante el Ministerio del Interior.
El 4 de mayo se embarca para Southampton donde llega para trasladarse a Londres, allí permanecerá algunos meses hasta el 11 de septiembre de 1824, en que parte para residir en Bruselas debido al alto costo de vida que significaba permanecer en Inglaterra. En Bélgica vivirá cinco años.
En noviembre de 1828 y con el nombre de José Matorras se embarca para Buenos Aires, pero al llegar a Río de Janeiro se entera de la revolución de diciembre de 1828, y del fusilamiento del gobernador Manuel Dorrego. Llegado a Buenos Aires y ya en el gobierno del General Juan Lavalle, decide no desembarcar, y el 6 de febrero de 1829 le solicita al ministro de gobierno José Díaz Vélez pasaporte para seguir a Montevideo, habiéndole manifestado a sus amigos que lo visitaron en el barco, que su sable jamás se desenvainará en guerra civil. Lavalle le ofrece el gobierno de Buenos Aires, pero San Martín lo rechaza, sabiendo que tal situación lo comprometería en una guerra entre hermanos. Finalmente, el 17 de abril de 1829 desde Montevideo regresa a Europa.
En 1830 cae la monarquía de los Borbones en Francia y es destituido el rey Carlos X, época en que el General San Martín puede entrar en Francia.
En 1832 San Martín enferma de cólera, al igual que Mercedes y quedan internados en un hospital público, donde llegará el médico y futuro yerno, Mariano Balcarce. La situación del Libertador era por ese tiempo por demás difícil.
Finalmente, aparecerá Don Alejandro Aguado ex compañero de armas de San Martín en el Ejército Español. Aguado era un acaudalado banquero, según San Martín su mecenas, quien lo ayudará económicamente y hasta para comprar una casa en Grand Bourg (30 km al sur de París) frente a la mansión de Aguado, quien hará construir un puente sobre el Río Sena para comunicarse entre ellos. En esa casa San Martín vivirá desde 1834 hasta 1848. Llegarán allí Juan Bautista Alberdi en 1843, Florencio Varela en 1844 y Domingo Faustino Sarmiento en 1846 y 1847.
* San Martín con Sarmiento
Con Sarmiento discutirán la cláusula tercera del testamento ológrafo de San Martín de 1844 en París, en la cual legaba su sable corvo al General Juan Manuel de Rosas (“El sable será entregado al General de la República Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido, al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataron de humillarla”).
Sarmiento le insistirá que le brinde detalles de la entrevista de Guayaquil (nada pudo sacar a San Martín), ya que ofrecería una conferencia sobre la misma en el Instituto de Historia de París. También escribe el sanjuanino en “Recuerdos de Provincia” que “nunca pude hacer a San Martín entrar en pormenores sobre sus desagrados con el clérigo Oro, pero ellos habían chocado y los Oro presos como partidarios de los Carreras, o más bien como enemigos de San Martín y de Don Ignacio de la Roza , su teniente en San Juan” (los Oro, familiares de Sarmiento).
En esa ocasión, Sarmiento le escribe a Antonino Aberastain, relatando su visita a San Martín: “Vive olvidado Don José de San Martín, el primero y más noble de los emigrados hay en el corazón de este hombre una llaga profunda que oculta a las miradas extrañas, pero que no se escapa a la de los que la escudriñan ¡tanta gloria y tanto olvido! ¡tan grandes hechos y silencio tan profundo! Ha esperado sin murmurar la justicia de aquella posteridad a quien apelaba en sus últimos momentos de vida pública”.
En 1848, y frente al estallido social de París con la caída de rey Luis Felipe de Orleans, San Martín decide vender la casa de Grand Bourg y trasladarse con su familia a Boulogne Sur Mer, cerca del paso de Calaias (300 km al norte de París). En esa ciudad residirá en el segundo piso del edificio ubicado en el número 113 de la Grand Rue, de propiedad del Dr. Adolphe Gérard, abogado y bibliotecario de aquella comuna.
Allí el Padre de la Patria pasará a la eternidad el 17 de Agosto de 1850 a las tres de la tarde.
Por Dr. Miguel Ángel Licciardi
Presidente Asociación Cultural Sanmartiniana
Académico de Número del Instituto Nacional Sanmartiniano