La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que llevará a la Justicia la investigación sobre la compraventa de la empresa Papel Prensa. En su discurso también dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley para declarar de interés público la producción de papel de diario, así como su distribución y comercialización, lo que daría al Gobierno la regulación de ese insumo clave para la prensa.

El fin parece ser más que claro: un mayor intervencionismo estatal y la profundización de los planes oficiales para controlar la información. Más allá del polémico el discurso presidencial, el proyecto de ley anunciado viola la Constitución nacional y la Convención Interamericana de Derechos Humanos, con rango constitucional. Esta última establece, en su artículo 13, que está prohibida la censura previa; lo mismo afirma el artículo 14 de nuestra Carta magna, así como las violaciones indirectas de la libertad de expresión, como las restricciones al papel de diario.

La libertad de prensa no es sólo poder expresar las opiniones, sino que se extiende a todos los aspectos materiales que hacen posible su ejercicio. Ni la producción ni la comercialización de papel de diario o de cualquier otro insumo puede ser objeto de una intromisión estatal. Además, el artículo 32 de la Constitución nacional sostiene que no pueden dictarse leyes que restrinjan la libertad de imprenta, lo cual fue avalado por la jurisprudencia. El proyecto presidencial incluirá demás que se declare de "interés público” la producción de papel, lo cual da una señal indicativa de que el Gobierno podría pretender apropiarse de Papel Prensa. Es que uno de los requisitos de toda expropiación es la previa declaración, por ley, de la "utilidad pública” del bien por expropiar.

Hace 200 años nuestros héroes se esforzaron por lograr una nación que comenzara a recorrer los caminos de la libertad. Resulta lamentable que en el contexto celebrativo del Bicentenario se quieran imponer a esta altura de nuestra conquistada democracia, esquemas contrarios a esa libertad que otorga el apego a la ley. La prensa no sólo es el instrumento más poderoso contra la tiranía y el despotismo, sino el medio más activo de la democracia, del progreso y de la civilización.

Defender la libertad de prensa equivale a garantizar las demás libertades en una democracia y respetar un derecho de todo ciudadano. No es una gracia que un gobierno le otorga a la ciudadanía sino un bien fundamental para crecer como Nación y el que debe dejar de ser avasallado o amenazado.