La "Semana de Mayo” no es una fecha del calendario que pueda pasar desapercibida en nuestro país, ya que la revolución gestada por aquellos valientes patriotas marcaría nada más y nada menos que el proceso de surgimiento del Estado argentino.
Esta semana cubierta de un simbolismo inigualable, nos encuentra a los ciudadanos sanjuaninos confirmando lo que siempre supimos: que José Luis Gioja, gobernador de la provincia, era un grande entre los grandes.
No es casual que sea en fecha tan cara para los argentinos, que nuestro querido mandatario, se dirigiera a los sanjuaninos para comunicarles la decisión de retirar su precandidatura a la gobernación por un cuarto mandato, aun cuando tenía -mal que les pese a algunos- la legitimación para hacerlo y contar con una altísima aprobación de su imagen y gestión.
Este gesto se enmarca en el pensamiento de un hombre que tiene una clara conciencia de la responsabilidad histórica de preservar los enormes logros alcanzados. Su actitud siempre ha sido ejemplo y su conducción política un modelo a seguir: trabajo sin descanso, con sueños superadores, desafíos constantes, lealtad con su pueblo, fortaleza para enfrentar los momentos de perdida y de dolor y todo ellos desde la virtud que lo ha caracterizado desde siempre: la humildad en los éxitos.
Su conducción es indiscutida, su liderazgo no se impone por la fuerza, es natural, es cálido, paternal, comprensivo, amistoso y protector. El pueblo puede dar fe de lo que digo y los que tenemos el honor de haber transitado estos años transformadores a su lado, el deber de honrar tan imponente figura, cuidando el legado que nos deja. Recordamos que no solo transformó desde las obras la provincia, sino que logro lo que pocos pudieron: ¡ayudar a los sanjuaninos recuperar su autoestima!
El 22 de mayo quedará en nuestra memoria. Recordaremos que José Luis, como un padre sabio y generoso que les dijo a sus hijos que había llegado el tiempo de caminar solos, que ese tiempo lo había adelantado la tragedia y que estaba seguro de que su equipo, estaba preparado para construir nuevos éxitos, que confiaba en el compromiso de todos con el proyecto de país y de provincia que fue su inspiración y que El estaría a nuestro lado construyendo las estrategias de la política con mayúsculas que nos permitan concretarlo.
Es imposible no evocar en estos momentos la figura de Evita, quien renunció a los honores pero no a la lucha. No hay dudas de que José Luis Gioja nos seguirá acompañando y será nuestra guía protectora porque no renuncia a la lucha!
No hay dudas que su sabiduría y experiencia serán requeridas en otros escenarios, como tampoco dudamos que por mucho tiempo seguirá conduciendo los destinos del Justicialismo sanjuanino en su inefable búsqueda de transformaciones que mejoren la calidad de vida de la gente
Respetamos y aceptamos, aún con congoja, la decisión tomada, ya que es congruente con su forma de ser en la vida. El paso de José Luis Gioja en la vida institucional de San Juan y esta histórica decisión serán recordadas por la historia argentina, en el capítulo reservado para los grandes patriotas.
