Ante la proximidad de la conmemoración del Día del Trabajador, el 1 de mayo, diferentes entidades vinculadas al quehacer laboral han realizado informes, a modo de balance, de las situaciones problemáticas que plantea el ámbito laboral. Tal vez la más dramática es la discriminación de las personas afectadas por el sida que viven en la Argentina.
Si bien una persona con VIH no representa ningún riesgo para sus compañeros de trabajo y tampoco un gasto para su empleador, existen estereotipos y actitudes discriminatorias, al punto de que un 24% ha sufrido casos de despidos sin causa justificada, la separación de las personas con VIH de sus tareas habituales o en el mejor de los hechos, directamente sufrieron el aislamiento en los espacios físicos de trabajo.
Una investigación realizada por la Red de Personas Viviendo con VIH/Sida de Mar del Plata y la Fundación Huésped, una organización que desde 1989 trabaja en nuestro país en la lucha contra el sida, no sólo como enfermedad biológica sino también como una importante problemática social, ha revelado lo que denominaron el "Índice de estigma en personas que viven con VIH en Argentina”. Es que numerosos jóvenes que padecen la virosis se transforman en desocupados por el temor a que su diagnóstico produzca de inmediato el rechazo del empleador, en tanto otros renuncian al empleo cuando deben afrontar un chequeo médico periódico.
La campaña por el Día del Trabajador no es la primera acción contra la discriminación laboral: en noviembre de 2009, Fundación Huésped en conjunto con ONUsida, el organismo de las Naciones Unidas que vela por los enfermos, lanzaron la campaña denominada "Empresas comprometidas en la respuesta al VIH/sida” que busca el compromiso de las empresas en la respuesta al VIH y lograron reunir a unas 26 empresas miembro, lo que suma un total de 160 mil empleados. La experiencia ha sido un arma contundente contra esta preocupante discriminación.
