Los hipermercados de Rosario, ubicados en grandes superficies, deberán cerrar los domingos y en feriados nacionales, a fin de otorgar descanso a su personal, de acuerdo a una ordenanza aprobada el jueves último por el Concejo municipal, al tiempo que las principales cadenas de comercialización anunciaron que cuestionarán esa medida ante la Justicia.
El cierre dominical de los grandes centros de comercialización, es un tema polémico que se plantea en diferentes ciudades del país, inclusive en San Juan, por el impulso del sindicalismo y de políticos demagógicos argumentando la reunión familiar del personal, no obstante los problemas que acarrea esta situación. Los primeros perjudicados son los propios empleados que hacen una importante diferencia salarial al beneficiarse con los pagos adicionales en esos días.
La manifestación de trabajadores frente al Concejo rosarino para rechazar la adhesión a la ley provincial 13.441 de descanso dominical, habla por sí sola del daño que se hace al propio personal afectado por la ordenanza, además de los grupos de contratados únicamente para cubrir los puestos en días de descanso del resto de los trabajadores. Ya se anticipó el despido inmediato de 350 empleados en hipermercados rosarinos, un 20% de los trabajadores de esos comercios. Tampoco se tuvo consideración por el público que sólo tiene esos días para hacer sus compras.
Si bien la ley de descanso dominical existe en Santa Fe desde fines de 2014, cada ciudad de esa provincia puede adherir a la ley a través de su Concejo Deliberante para hacerla efectiva, la polémica se agravó porque la ordenanza municipal avanzó mucho más al introducir una modificación más restrictiva al texto original, que además tiene muchas excepciones, como farmacias y locales atendidos por sus propios dueños.
La complacencia de los políticos con el sindicato mercantil no repara en que esta ordenanza es a todas luces anticonstitucional y antijurídica. No cabe duda sobre la discriminación que contiene y la potencial lluvia de cautelares, desde los empresarios hasta de los trabajadores impedidos de ganarse horas extras. Para tener una idea de la incongruencia normativa, se dará el caso en que los supermercados existentes dentro de los shoppings tendrán que cerrar, mientras los demás locales siguen abiertos los domingos.
Todo esto sin tener en cuenta la incompetencia de un municipio para regular cuestiones establecidas en la Ley de Contrato de Trabajo.
