Una vez que sea ratificado, el tratado conocido como Acuerdo de Asociación Transpacífico, o por sus siglas en inglés TPP, será el mayor acuerdo comercial de la historia, y cubrirá un 40% de la economía mundial. Todo indica que le dará un gran impulso al comercio y a las inversiones de EEUU, Japón, Australia, Singapur, Canadá, México, Perú, Chile y los demás países signatarios.
Esto va a aislar aún más a las economías de Brasil, Argentina, Venezuela y otros países en la costa atlántica de América latina, cuyos desastrosos gobiernos populistas han evitado firmar acuerdos de libre comercio con las economías más grandes del mundo. Y lo que es aún más triste, ni siquiera es un tema de conversación en Brasil, Argentina o Venezuela, cuyos gobiernos viven en una burbuja, sin darse cuenta de que el auge de los precios de las materias primas del que se beneficiaron en los últimos años fue un golpe de suerte que no se repetirá en futuro próximo.
En la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Lima, Perú, se proyectó que la economía de Venezuela se contraerá un 10% este año, y que el país sufrirá una inflación del 200%, la más alta del mundo. La economía de Brasil se contraerá un 3%, y la de Argentina se mantendrá estancada en el 0,4% este año, y se contraerá en un 0,7% el próximo año.
Y sus gobiernos, que ya están debilitados por escándalos, deberán hacerles frente a nuevas malas noticias. La economía de China se está desacelerando, los precios mundiales de las materias primas han caído en picada, los inversores están huyendo de los países emergentes, el dólar estadounidense se está apreciando mientras las monedas latinoamericanas se debilitan, y la Reserva Federal de EEUU pronto elevará las tasas de interés, lo que hará más difícil pagar las deudas externas de los países latinoamericanos y encarecerá sus importaciones.
Y encima ahora viene el Tratado Transpacífico, que hará que las empresas internacionales abran sus plantas fabriles en los países latinoamericanos miembros del TPP, porque desde allí podrán exportar sin pagar aranceles a los 12 países miembros que incluyen a algunos de los mayores mercados del mundo. En cambio, abrir una planta en Argentina, Brasil o Venezuela sólo les permitiría exportar sin aranceles a los países con los que tienen acuerdos de libre comercio, mercados mucho más pequeños, como Bolivia, Uruguay y Paraguay. Será una partición formal de América latina: habrá un bloque del Pacífico liderado por el TPP, que involucra al 40% de la economía mundial, y uno del Atlántico liderado por Brasil, Argentina y Venezuela, el Mercosur, que abarca el 5% de la economía mundial. La división, que ya existe de hecho, ahora se hace oficial.
