Agrupaciones juveniles de países lationamericanos hicieron oír su voz en la cumbre sobre población.

Ni apáticos, ni desinformados, ni ensimismados. Los jóvenes de Latinoamérica y el Caribe, una masa diversa y vibrante de unos 160 millones de personas, tienen claras sus preocupaciones y necesidades, según aseguraron en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD25) en Kenia.

Desde la salud sexual y reproductiva, pasando por la polémica sobre el aborto y los derechos de las personas con discapacidad, activistas y representantes oficiales de países como Panamá, Colombia, México, Costa Rica y Argentina han expresado sus planteamientos en la CIPD25, que se realizó la semana pasada en Nairobi.

Junto a Kenia y Dinamarca, el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) organizó esta cumbre, con la presencia de más de 160 países que debatieron y compartieron propuestas que permitirán acelerar la igualdad de género en el mundo.

"Los tres principales retos que tiene hoy la juventud son el tema de igualdad de género, tenemos la responsabilidad histórica de ponerle el punto final al machismo; el tema del medioambiente, porque es una de las principales causas, y mejorar el tema del trabajo y el salario, tenemos una precarización laboral impresionante”, aseguró Guillermo Rafael Santiago Rodríguez, titular del Instituto Mexicano de la Juventud.

A esto se suma el "tema fundamental del acceso y el goce de los derechos sexuales y la salud sexual y reproductiva”, como recordó Nayeli Yoval, de 36 años, de la misma entidad mexicana.

"El embarazo en adolescentes termina reproduciendo círculos de pobreza”, agregó Yoval.

Aunque esta problemática es generalizada, particularmente es difícil para las minorías.

Mayormente se llevan los proyectos sobre "salud sexual y reproductivos con los idiomas que no manejamos. Los pueblos indígenas manejamos la sexualidad de una manera totalmente diferente dependiendo de nuestra cosmovisión indígena”, comentó Laura Dihuignidili Huertas Thompson, una joven de 24 años de la comarca Guna Yala, en Panamá.

Visión parecida a la de Mariana Camacho, costarricense de 29 años con una discapacidad. "Se sigue permeando el mito de que somos personas asexuadas, que no tenemos derecho a tener relaciones sexuales o pareja. Si se pregunta sobre la maternidad a muchas no se les reconoce ese derecho, sigue habiendo mucha sobreprotección de las familias en ese tema. Por eso es importante "que el tema de discapacidad esté en agenda (…). Primero visibilizando al colectivo de personas con discapacidad, rompiendo el prejuicio de que la discapacidad física es la única que existe porque hay un montón más de barreras”, agregó Sofía Savoy, argentina de 20 años que perdió la vista prácticamente desde su nacimiento.

Pero más allá de reclamaciones específicas, los jóvenes se implican cada vez más en los problemas políticos y sociales de la región, especialmente por el hartazgo con sus dirigentes y la falta de oportunidades.

Así se ha visto en las masivas protestas que, en buena medida lideradas por su generación, se desarrollan en países como Chile, Venezuela, Ecuador y Bolivia.

"Los jóvenes han venido mirando con mucha desilusión cómo se perfilan o prometen cambios y al final el modelo económico no logra generar” las mejoras suficientes, destacó Yoval, quien sentenció: "Lo importante es que se deje de menospreciar la capacidad de los jóvenes”.

 

Por Edwin Álvarez Toro
Agencia EFE