Ha finalizado con éxito la 26ª Fiesta Provincial del Teatro, Teatrina 2013, un esfuerzo más de los artistas, de la Delegación San Juan del Instituto Nacional del Teatro (INT), del ministerio de Turismo y Cultura, y de otros organismos oficiales y privados de San Juan. Pero en los días previos se había encendido nuevamente una conocida polémica entre relevantes figuras de la escena local. Y a veces sucede que, por esa enamorada fascinación que el teatro produce, la controversia se cataliza por encima de los actores y directores, en otros ámbitos o en los mismos espectadores. DIARIO DE CUYO abordó la cuestión en la sección correspondiente con la opinión de infatigables constructores de nuestros escenarios como Ariel Sampaolesi, delegado del INT, José Annecchini, Juan Carlos Carta, Rosita Yúnez, Rubén González Mayo, Tania Leyes, Natacha Sáez (tercer premio Teatrina 2013) y el actor con proyección nacional Guillermo Kuchen, entre otros. Como se ve, intérpretes, directores, dramaturgos, diseñadores y escenógrafos que nutren un momento sobresaliente del teatro local, con ese exitoso antecedente, de cercana data, la Fiesta Nacional del año 2011, que consagró a San Juan, entre lo mejor del país. Y como nunca llovió a gusto de todos, también hubo roces en tiempos de la anterior delegada del INT, Mónica Munafó, otra notable luchadora de la escena. A todos se los respeta y admira porque ya habitan la historia grande del teatro del XX-XXI de San Juan. Por eso, estos flecos de calor intenso que revelan conflictos mal resueltos, algún que otro recuerdo agrio, son arenas movedizas bajo el escenario que están motivadas, estoy seguro, por las ganas de todos de hacer lo mejor por el teatro, su mayor pasión. Será por eso que desde la butaca siempre esperamos que ceda toda sombría polémica, en busca de la diamantina jornada que los encuentre juntos, aunque no necesariamente pensando igual. Y creo que es posible, porque cuando voy al cortijo de Sampaolesi, al de Carta, Annecchini o Yúnez, disfruto de una charla subida de tonos bellos pues sus universos son océanos que eluden la mera rutina vegetativa de los mortales. A su vez, ellos saben que los escrutamos porque son referentes obligados que, al margen de ser algo huraños y tiernos al mismo tiempo, caminan invisiblemente del brazo, con autoridad, sobre el edén de hojas sempiternas que evocan "’El Globito” (quizá el primer espacio para el teatro independiente de San Juan, desaparecido en 1965). Si bien Carta ya pidió disculpas por si habían herido sus críticas a las Teatrinas anteriores (origen de esta última polémica), y las respuestas que recibió fueron igualmente duras, sería bueno que todos dirijan sus pasos hacia el interior de su mundo común, jugando a ser dioses, para continuar pulsando sus viajes de creación que tanto nos hacen felices. Y aún cuando estamos frente a comediógrafos que demuestran, con todo derecho, su gozo por construir la ética del inconformismo, éstos deben saber que están condenados a entrar en el clemente cielo de la armonía, mientras navegan una vez más en el compromiso, la ausencia, lo onírico, la belleza, la locura, es decir, en la comedia humana, quizá a la luz de esa que, en otro ámbito, Balzac supo inmortalizar desde una brillantez monumental. A su vez, se agrega un reto provocador y estimulante que algunos ya han asumido: llamar la atención del público joven, siempre afortunadamente difícil, para mitigar el desamor que suele mostrar a esta nueva generación el teatro generalmente calificado de culto, como sinónimo de "’pesado” y "’exigente”. Sobre todo para que no amaine la idea de que el teatro, desde siempre, contribuye a construir la sociedad, y aunque "no hace las revoluciones (…) ayuda a los hombres a comprenderlas y animarlas”, como escribió Humberto Orsini, director, autor y pedagogo venezolano. Así, cuando se escriba sobre la vida cotidiana del San Juan de las dos primeras décadas del siglo XXI, será reconfortante comprobar que el teatro independiente flotará con brillo, porque brillante es este presente para regocijo de los sanjuaninos.

(*) Periodista. Secretario de Cultura y Turismo de Capital.