
Por Daniela Mascaro, Florencia Lanfranco y Yanina Garasto
AAMR (Asociación Argentina de Medicina Respiratoria).
Hoy, 31 de mayo, es el "Día Mundial sin Tabaco”. Por tal motivo es necesario saber que el consumo de tabaco causa anualmente en Argentina, la muerte de más de 40.000 personas. El 25% de la población adulta de nuestro país fuma. Es decir, una de las más altas de la región. El costo del consumo se mide en función de la enorme carga de morbilidad, el gran sufrimiento y las muchas dificultades familiares que ocasiona. La economía también sufre en consecuencia del aumento del gasto sanitario y la merma de productividad. Respecto a hábitos de consumo, se desplaza de varones a mujeres y de niveles socioeconómicos altos a bajos, por lo que ya se observa que las adolescentes fuman 1/3 más que los varones y que la población vulnerable fuma un 25% más que la de altos ingresos.
Esta enfermedad ha empujado a las tabacaleras a diseñar nuevas formas de consumo de tabaco. Ha surgido así el cigarrillo electrónico y recientemente el iQOS de amplia difusión en Europa. El primero, prohibido por el ANMAT se vende libremente, y ha instalado la controversia entre los expertos sobre si es necesario regularlo como un producto del tabaco y así poder controlarlo versus prohibirlo, pero dando al organismo correspondiente poder de inspección y sanción.
Novedades en Argentina
Tenemos un instrumento legal, el Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud, vigente desde febrero de 2005, es el primer Tratado Internacional de Salud Pública que establece un paquete de medidas eficaces y costo – efectivas para controlar la epidemia de tabaquismo. Argentina aún no ha ratificado este tratado. A la fecha ciento ochenta y un países han ratificado el CMCT, siendo Argentina uno de los pocos países que, a pesar de haberlo firmado en 2003, no lo ha ratificado. Este 31 de mayo la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria presentará en el Senado una declaración conjunta con Ministerio de Salud de la Nación, otras sociedades científicas y ONGs, solicitando su inmediata ratificación.
El CMCT es considerado un indicador específico de cumplimiento de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y del Plan Global para reducir las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, y provee herramientas para aumentar la transparencia del Estado y contrarrestar los intentos de la industria tabacalera de socavar o desvirtuar las políticas de control del tabaco. De este modo, la ratificación del CMCT es un requisito para dar cumplimiento a las metas de desarrollo y contribuir a reducir la pobreza.
La ratificación del Convenio refuerza la soberanía nacional por contribuir a garantizar de forma más integral la protección del Derecho a la Salud.
Cada año, a nivel mundial, mueren más de 5 millones de personas. De seguir así, el tabaco en 2030 provocará la muerte de 8 millones de personas. El 80% aproximadamente, de las defunciones, serán en países de ingresos bajos y medios. La ratificación del tratado no es reemplazable por medidas locales (como la Ley Nacional 26.687 y las leyes subnacionales), ya que propicia la cooperación internacional en el marco de la "Conferencia de las Partes’, para dar respuestas globales y solidarias ante una epidemia global.
