El 29 de febrero de 2012, el jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, firmó la resolución ministerial DI-2012 – 15-DGEGE por la que dispuso cerrar 143 grados de escuelas primarias, 52 divisiones del nivel secundario y 25 cursos de las técnicas. Se justificó diciendo que el cierre se hacía para lograr espacio y construir 52 nuevos cursos que le darían educación a unos 1.500 niños. También reconoció que faltan alumnos y lo atribuyó a una problemática que afecta sobre todo a escuelas de la zona Centro y Norte de Capital Federal ‘donde la gente ha optado más por mandar a sus hijos a escuelas privadas’. Y dijo que esta tendencia se viene dando ‘porque la educación pública ha venido en decadencia durante décadas en Buenos Aires’. Lo dijo el Jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien entre muchas otras tareas tiene justamente, la de ir cambiando esa realidad que pintó tan firmemente, acusando a alguien, que resulta ser él mismo. Paradójicamente, casi un año después, pide fotografiarse junto a la imagen de Domingo Faustino Sarmiento en la puerta de la Casa Natal del prócer sanjuanino. La paradoja está no sólo en la fecha, sino también en que al ‘Maestro de América’ se le pueden criticar muchas cosas -de hecho el kirchnerismo no simpatiza demasiado con su obra- pero no se puede negar que fue uno -o el mayor- impulsor de la escuela pública en la Argentina e incansable fundador de escuelas +para todos+, frase que encanta en el mundo K. Justo lo contrario a lo que hizo Macri hace poco menos de un año en Capital Federal. Por supuesto en contextos distintos, pero en raíz, con apuestas bastante separadas sobre la educación pública. La pregunta es: ¿hubiese permitido Sarmiento que le tomen una fotografía con el líder del PRO? Es probable que, de poder, el prócer hubiese corrido, igual que lo hizo José Luis Gioja en la apertura de la Fiesta Nacional del Sol, el martes de la semana pasada.
Scrum oficial
La historia de la fotografía del líder del PRO y el Gobernador quedará en los libros de historia y, tal vez, en los de humor. Y es que el aprovechamiento que hizo el porteño de su participación en la Fiesta dejó casi sin margen de maniobra al sanjuanino y, acorralado, Gioja optó por algo que maneja muy bien: la picardía callejera. Un Ministro se convirtió en el mejor de los pilares del rugby sanjuanino, y un subsecretario en boxeador novato; ambos capitaneados por Gioja. ¿El objetivo? que los hombres de prensa no logren la imagen de Gioja y Macri juntos. Dante Elizondo, el titular de Turismo, logró interponerse entre los fotógrafos de este medio y otros, antes de que la toma quede registrada. A los empujones, con la espalda o con cualquier otra parte de su cuerpo, el funcionario logró su cometido. Siempre a medias, porque al final los miembros del equipo de prensa del PRO lograron una toma, lo mismo que este diario. El subsecretario de información Pública, Alberto Amín, fue el más vehemente: directamente manoteó los brazos de los fotógrafos, sin andar con demasiados rodeos. A pesar de los apremios periodísticos, la situación se entiende, al menos en el aspecto político: Macri vino a complicar al kirchnerismo y en esa maniobra, si caía Gioja, mucho mejor. Una foto de camaradería entre uno de los gobernadores de mayor relación con la Casa Rosada junto al competidor directo de Cristina Fernández, despertaría ruidos en el entorno de la Presidenta y en ella misma. Ese era el fin de la famosa foto, nada más ni nada menos. No importa que la imagen fuese mentirosa, como iba a resultar la del martes, importa lo que el resto de los dirigentes leyeran al día siguiente en los diarios, como ocurrió con uno: ‘Macri y Gioja, una foto con varios mensajes’, fue el pequeño titular en La Nación. De casualidad hubo foto, de seguro no hubo señales. Gioja intentó por todos los medios despegarse, por lo que pensarían en Buenos Aires y por definición propia además: quién conoce al sanjuanino sabe que no hay mucho en común entre él y el glamour del amarillo intenso del PRO.¿Cuál es el problema de que Gioja se saque fotos con dirigentes políticos de otros colores políticos? Daniel Scioli contestaría mejor que nadie esa pregunta.
Por si a alguien en Buenos Aires le quedaron dudas del desprecio del sanjuanino al porteño, el jueves el mandatario provincial atendió otra vez a Macri en un mitín de intendentes K: "Hacer política no es andar sacándose fotos sino ponerse el overol y las alpargatas y salir a solucionar los problemas de la gente", dijo el mandatario provincial ante, nada más y nada menos, que 8 jefes comunales de la provincia de Buenos Aires. Sin nombrarlo, el destinatario de la crítica fue Mauricio Macri, como una venganza por haberlo hecho transpirar la gota gorda el martes. Entre los testigos del discurso giojista estuvo Julio Pereyra, intendente del gigante Florencio Varela, en la Provincia de Buenos Aires. Hombre del peronismo "básico", como Gioja, pero bien Kirchnerista también. Gioja sabe de las buenas migas del Intendente con el mundillo K y apostó a que el bonaerense trasladase el dato al entorno de Cristina. ¿Lo habrá logrado?
Piantavotos
La pregunta de si Sarmiento hubiese sido Kirchnerista, del PRO, peronista "ortodoxo" u otra cosa es, cuanto menos, caprichosa e imposible de responder. No sólo por la excusa del contexto distinto, si no porque el sanjuanino, hay que admitirlo, varió sus gustos a medida que pasaron los años. Fue firme con sus ideas, pero cambió de socios políticos varias veces, por tanto, el ejercicio de la traslación se hace difícil. ¿Tienen algo en común el Jefe de Gobierno Porteño y Sarmiento? Seguro hay tantas respuestas como polémicas levantó el sanjuanino en su vida; depende de la mirada con la que se quiera esclarecer la pregunta. Si la respuesta depende de un K, el consultado diría que Macri imitó lo peor de Sarmiento: días atrás, en una publicación de +Argentina es Noticia+, espacio que depende de la Casa Rosada, se describió al sanjuanino como ‘activo militante político, unitario, ferviente defensor de la civilización europea, cruel asesino de indios y gauchos a quienes repugnaba y fiel servidor a los intereses extranjeros’. Es una mirada, algo parcializada, pero mirada al fin. Se podría haber mencionado también lo mejor del expresidente: ‘político, periodista, escritor, fundador de escuelas, fiel defensor del progreso y la educación pública, contribuyente del progreso científico y cultural del país", etc. y sólo por describir algunas de sus buenas características.
Hay algo que no era y sobre lo que cualquiera, a favor o en contra de su obra y pensamiento, va a coincidir: no era tonto. Hoy una foto con Macri dilapida votos, al menos en estos distritos pequeños. Macri está apostando a las provincias más grandes, como Buenos Aires, Santa Fe, la misma Capital Federal y otras donde está consiguiendo la adhesión de la gente acercándose a los famosos. En San Juan o distritos parecidos, no tiene aceptación. Hoy en esta provincia está casi 30 puntos por debajo de lo que mide Cristina Fernández. La distancia es tan grande que se puede decir sin miedo que no tiene chances, al menos hoy. Gioja escapó de la foto para no caer en la trampa de los celos kirchneristas, tendida por el porteño con habilidad. Sarmiento seguro salía corriendo por sus diferencias por la escuela pública. A Gioja sus funcionarios lo cuidaron, Sarmiento debió aparecer en la foto. Pobre Sarmiento.