Distintos medios reflejan la magnitud del escándalo de la compañía Volkswagen, como expone DIARIO DE CUYO en su artículo del 27 de septiembre, diversos analistas han advertido que una crisis del fabricante de automóviles podría convertirse en la mayor amenaza para la economía más grande de Europa.
Esta firma a nivel mundial y a nivel local ha mantenido un constante discurso sobre la responsabilidad social en aspectos ambientales y de empleo. El cuidar la casa de todos, como nos recordó el papa Francisco en la carta encíclica Laudato Si, y en combatir la explotación laboral, valorando la diversidad y rechazando la actividad laboral en condiciones impropias, fue y es una bandera levantada por la firma permanentemente.
Recuerdo en un momento de estudio sobre el tema, haber prestado especial atención a quien fuera el presidente de Volkswagen Argentina SA, Viktor Klima, quien aportaba conceptos sobre responsabilidad social empresaria de la firma en el marco del 42 Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). (www.ideared .org.ar/coloquio42/sintesis/klima.asp)
Me movilizó especialmente cuando manifestó la necesidad de evitar en el mundo el denominado "dumping laboral” con el fin de evitar la mano de obra esclava, y manifestó que la Organización de la las Naciones Unidas debería tener incumbencia sobre este tema.
Ello es acorde al pensamiento compartido en que las compañías actuales no son culpables en forma permanente de lo que hicieron los responsables y titulares de las mismas en época de la Segunda Guerra Mundial, pero si son responsables constantes de educar sobre ello, de lo ocurrido para que no vuelva a repetirse.
Le recuerdo al lector que esta firma fue creada en 1937 en el auge del nazismo por el Frente Alemán del Trabajo, una organización sindical alemana que surgió después de que el gobierno nazi aboliera los sindicatos tradicionales. Adolf Hitler pidió a Volkswagen crear un "automóvil del pueblo”, firma que se encontraba liderada por un ingeniero y amigo del canciller Ferdinand Porsche. Vale recordar que en ese concepto de pueblo no se incluía a los judíos y a otras minorías.
De esa forma nació la firma (Volks = pueblo Wagen = vehículo) que lanzó un rodado que pudiera competir con el exitoso Ford T y se lanzó el conocido Volkswagen tipo1, conocido como primer prototipo del famoso "escarabajo”. El vehículo se podía adquirir con un plan estatal de créditos-subsidios generado por el gobierno del Reich. Si usted no lo sabía Ferdinand Porsche le regaló uno de estos vehículos en forma personal, en abril de 1939, como presente de cumpleaños al canciller alemán.
Es muy valioso recordar que en 1998, sobrevivientes del Holocausto demandaron a miles de compañías austríacas y alemanas, entre ellas Volkswagen, por aprovecharse de las legislaciones del gobierno nazi que permitían el trabajo forzado. Volkswagen estaba entre las demandadas más aún teniendo en cuenta que finalizada la guerra, Ferdinand Porsche fue detenido en un presidio francés por usar mano de obra esclava en sus fábricas y fue puesto en libertad a los dos años.
La empresa había negado compensar a las víctimas, alegando que la reparación era responsabilidad del Estado alemán. Pero en 1998 la compañía impulsó un fondo para proveer ayuda humanitaria a los sobrevivientes del Holocausto. En 1999, construyó una exposición permanente en Wolfsburgo donde se hace homenaje a las víctimas y se documentan los crímenes.
Vemos las noticias y nos enteramos del accionar doloso de la empresa a efecto de alterar las mediciones en pruebas de emisiones de gases en diversos vehículos.
La falta de compromiso en su responsabilidad social en uno de los ejes de los que hace bandera la firma, nos hace pensar en los demás ejes. Esperemos que Estado, consumidores y pares de las cámaras empresariales no actúen con indiferencia ante situaciones como las referidas.

