Las protestas de policías y militares por una reducción de sus beneficios salariales impulsada por el presidente Rafael Correa, puso en jaque ayer al Gobierno de Ecuador, que decretó el Estado de excepción y denunció un intento de golpe de Estado.
Las protestas de policías y militares por una reducción de sus beneficios salariales impulsada por el presidente Rafael Correa, puso en jaque ayer al Gobierno de Ecuador, que decretó el Estado de excepción y denunció un intento de golpe de Estado.