El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, con el objetivo de consolidar los avances en el mercado laboral entre los grupos minoritarios de Estados Unidos durante la década anterior, formuló en 2020 una promesa histórica para tratar de mantener ese progreso dando al empleo "de base amplia e inclusivo” un estatus igual, si no superior, a la promesa del banco central de una inflación baja.
Sin embargo, en un contexto de escalada de precios que sigue siendo acuciante, ese compromiso ha recibido un duro revés. En la reunión de política monetaria celebrada los días 13 y 14 de diciembre, los responsables de la Reserva Federal reconocieron que la ralentización económica necesaria para frenar la inflación significaba también que "la tasa de desempleo de algunos grupos demográficos, en particular los afroamericanos y los hispanos, probablemente aumentaría más que la media nacional”.
Fue una dura admisión que pone de relieve el dilema al que se enfrenta la Reserva Federal en su lucha contra el peor brote de inflación desde la década de 1980 y el posible daño al segundo objetivo de su mandato "dual”: el pleno empleo en el conjunto de la sociedad.
Se espera que los nuevos datos muestren que en diciembre se crearon 200.000 puestos de trabajo, aproximadamente el doble de lo que la Reserva Federal considera sostenible, con unos salarios al alza y unas tasas de desempleo de la población negra e hispana en niveles mínimos históricos o cerca de ellos. Cuanto más persista la fortaleza del mercado laboral, más obligados se sentirán los responsables de la Reserva Federal a romperla con tipos de interés cada vez más altos.
Tim Duy, economista jefe para Estados Unidos de SGH Macro Advisors, escribió tras la publicación el miércoles de las actas de la reunión de diciembre que, en su opinión, mostraban a la Reserva Federal "dispuesta a asumir los costes” de elevar la tasa de desempleo.
"No creo que podamos subestimar la importancia de los resultados del mercado laboral”, escribió Duy."Si el mercado laboral no se desacelera pronto de forma notable, la Reserva Federal tendrá que subir los tipos de interés oficiales” más allá de la horquilla del 5,00%-5,25% que la mayoría de los funcionarios consideran ahora como punto final.
El tipo objetivo de los fondos federales se sitúa actualmente entre el 4,25% y el 4,50%.
Sobreprecio
El mercado laboral ha desconcertado a los banqueros centrales durante la pandemia de COVID-19 tanto como la inflación. Las primeras expectativas de que una avalancha de trabajadores de vuelta al mercado laboral aliviaría las condiciones salariales y de contratación resultaron optimistas. La tasa de participación de la población activa se ha estancado por debajo de su nivel anterior a la pandemia y algunos responsables consideran que la oferta "parece limitada”, según se desprende de las actas de la reunión de diciembre.
Incluso con la incertidumbre que rodea a la economía, la demanda de contratación sigue siendo fuerte. Sigue habiendo muchas más ofertas de empleo que personas en busca de trabajo.
Aunque esa es una posible receta para un aumento constante de los salarios, el hecho de que la Reserva Federal se centre en el mercado laboral como posible motor de la inflación futura no está exento de polémica.
Algunos economistas y dirigentes monetarios han argumentado que las raíces de la inflación se encuentran en otros lugares y no deberían requerir un aumento drástico del desempleo para solucionarse.
