Las crónicas de la época señalan que Amán Rawson, el primer propietario del departamento Caucete, no tuvo la dicha de ver concretada la fundación del primer asentamiento poblacional en sus tierras, la denominada Villa Independencia, creada por iniciativa del gobernador Brigadier General Nazario Benavidez, el 15 de noviembre de 1851.
Está consignado que Rawson había fallecido cuatro años y tres meses antes de la fundación de la Villa, cuando apenas tenía 53 años de edad y comenzaba a vislumbrar el futuro que tendrían esos campos que totalizaban unas 36.000 cuadras cuadradas, adquiridos al gobierno de la provincia con el objeto de promover el asentamiento de una colonia norteamericana.
El historiador Eduardo Villanueva Padró señala que Villa Independencia "’fue el primer "’fuerte” establecido, es decir el primer centro diagramado, debidamente trazado y dividido en predios que ocuparían los vecinos y, posteriormente, las autoridades departamentales, alrededor de su única plaza pública denominada San Martín, circundada por espacios destinados a reservas fiscales del caso, ocupadas posteriormente por la Iglesia, la Policía, el Municipio, escuelas provinciales, etc.”
Villa Independencia nació como una necesidad de las familias que se habían asentado en las inmediaciones, convirtiendo campos inhóspitos en parcelas con trigo, maíz y pasto, gracias al aprovechamiento del agua del río San Juan que había comenzado a ser canalizada con una red de riego, que con el tiempo se iría consolidando hasta dar al departamento el carácter agrícola que conserva hasta la fecha. También había surgido por la necesidad de los primeros vecinos de contar con un centro administrativo cercano que les evitara tener que trasladarse a la capital de San Juan para realizar cualquier trámite, teniendo que atravesar el, por entonces, caudaloso Río San Juan, con los inconveniente propios de esa época.
Luego de una etapa de esplendor de Villa Independencia, en que era paso obligado de los viajeros que llegaban o salían de San Juan hacia el centro y norte del país, vendría el surgimiento de otro asentamiento poblacional, Villa Colón, que influenciada por la llegada del ferrocarril y su prosperidad económica le iría quitando protagonismo a la "’Villa Vieja” hasta lograr que todas sus oficinas públicas se trasladaran al nuevo centro departamental.
Actualmente Villa Independencia sigue subsistiendo gracias al tesón de sus vecinos y una vida propia conferida por la actividad que genera la escuela Pedro Echagüe; el puesto sanitario Dr. Alonso Fuego; el puesto policial y el convento de las Carmelitas Descalzas. Su carácter de asentamiento poblacional de zona rural que desde hace mucho está a la sombra de la ciudad de Caucete, ha dificultado su desarrollo respecto de la infraestructura, consiguiéndose algunos pocos avances como la reciente pavimentación de algunas de sus calles céntricas y obras de mejora en la plaza San Martín.
La falta de viviendas, para erradicar algunos ranchos que datan del terremoto del ’77, y el entubado del desagüe que está a un costado de calle La Plata y que lleva aguas servidas de establecimientos bodegueros de la zona, son algunas de las obras pendientes para este pueblo que se resiste a desaparecer, como se creyó que sucedería en un principio.
