En medio de una campaña electoral, la mayoría de los políticos comprenden la necesidad de planificar sus comunicaciones con el público, limitando su atención hacia unos pocos temas, simplificando sus ideas, de manera que ellas puedan ser comunicadas por los medios masivos, investigando la opinión pública y manteniendo un mensaje disciplinado; principios de comunicación efectiva dejados de lado cuando la campaña se ganó.

Un grave impedimento para la comunicación efectiva es el que proviene de la total complejidad de los planes de gobierno. La autoridad conlleva responsabilidades que abarca una amplia gama de políticas, programas y problemas. Las responsabilidades de gobierno también indican qué eventos incontrolables pueden llegar a cambiar la agenda que el político debía cumplir. Por ello, la atención a las estrategias de comunicación pública es algo esencial en una democracia.

Las democracias modernas, hoy requieren dirigentes y líderes con atributos personales como vocación, carisma, elocuencia, alcurnia política y dedicación para hacer política a lo que se suma líderes y dirigentes con formación académica y conocimientos que le permitan analizar y entender la realidad y complejidad políticas del proceso gubernamental en un contexto de valores y prácticas democráticas.

En este marco, la Unidad para la Promoción de la Democracia (UPA) de la OEA y la Gradúate School of Political Management (GSPM) de la Universidad George Washington han venido colaborando desde 1997, en la organización de cursos anuales y regionales, cortos e intensivos sobre Instituciones, Valores y Prácticas Democráticas y Gerencia Política, para jóvenes líderes de América Latina. Asisten jóvenes que proceden de sectores formadores de opinión: medios de comunicación, académicos, partidos políticos, organizaciones de sociedad civil, instituciones públicas. Estos jóvenes, ahora son parte de una red virtual de Jóvenes por la Democracia (JPD) que interactúa electrónica y en forma continua sobre temas relacionados a la democracia.

La comunicación política moderna supone estrategias que parten de información obtenida científicamente. Incluye un trabajo intelectual frío y objetivo.

Cuando hablamos en política de comunicación, de estrategias de comunicación, afirmamos que hoy se ha pasado de la comunicación del poder a lo que actualmente se llamaría el poder de la comunicación.

Hoy, la comunicación política construye el poder a través de mensajes rápidos, cortos y atractivos que respondan a estrategias de todo proceso comunicativo.