Una cifra y un diagnostico que impacta desde su simple lectoescritura: El 76% de las emisiones del dióxido de carbono (principal factor del ascenso de la temperatura) proviene de los países del G20. Encabezan el ranking de contaminación China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Rusia, Japón y Alemania. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que habrá "impactos catastróficos” si la temperatura sigue en aumento.

Hace dos años cuando el desierto de california se cubrió de nieve el Presidente Trump aprovecho para dar pábulo a su conocida y militante posición entre negatoria y relativizante del cambio climático con un argumento efectista, pues, dedujo del hecho de las nevadas en zonas desérticas que no hay calentamiento de las condiciones estructurales del clima.

La temperatura terrestre durante 2016 fue de 1,1ºC "por encima del promedio de la era preindustrial".

A esta posición le contesto el responsable de la agencia climática de California con una ironía profunda manifestándole que no porque él se sirviera una hamburguesa en la torre Trump en Nueva York, el hambre en el mundo habría desaparecido.

La razón más profunda que reveló el director de la agencia climática de California fue que al revés de lo que dedujo a ojo Trump, precisamente que haya precipitaciones níveas en zonas desérticas, indica y explica que su causa es por el calentamiento global ya que esa situación da lugar al derretimiento de los hielos polares y ese flujo revierte sobre zonas más alejadas de los polos en forma de precipitación nívea.

Mas allá de la posición negatoria extrema, el diagnostico y cifra que citamos al principio no se circunscriben a un presidente de país del G20 en particular, pues, el tema es de responsabilidad de los países desarrollados lo cual incluye desde China hasta EEUU pasando por todos los países europeos más Rusia.

A todo esto ha habido un regresión legal a nivel de las obligaciones de los acuerdos globales sobre el clima ya que, a diferencia del tratado anterior, esto es el Protocolo de Kioto, el Acuerdo de París del 2015, no es vinculante; ¿Qué significa esto? que los países pueden cambiar sus planes según la situación interna y no hay multas por quedar por debajo de las metas declaradas. Por lo que este punto negativo le quita operatividad a los objetivos que se tuvieran en mira como guías de una acción de reforzamiento proyectados con el tiempo para reducir con seriedad las emisiones que foguean el calentamiento global.

 

 

Por el Dr. Mario Luna y Fabián Núñez
Ex presidente y ex asesor del Concejo Deliberante de Jáchal.