La presidenta Cristina de Kirchner lanzó el Plan Nacional "Casa Propia" con créditos de hasta 360.000 pesos a través del Banco Nación. La línea de préstamos es la mejor del mercado financiero, pero el sueño de la casa propia sigue estando muy lejos para los trabajadores en relación de dependencia y autónomos que desean adquirir o cambiar la vivienda propia única, familiar y de ocupación permanente.

Según la consultora Reporte Inmobiliario, para acceder a un préstamo de 47.851 dólares (el 80% de una vivienda de u$s 60.000), se necesitan ingresos por 8.093,60 pesos, un sueldo muy por arriba del promedio que ganan los argentinos. Por otra parte, para pedir el máximo, unos U$S 92.513, hay que ganar 15.647,63 pesos, un salario que sólo alcanza un alto ejecutivo de una empresa importante. En nuestro país los préstamos hipotecarios apenas alcanzan al 1,1% del PBI, porcentaje por debajo de la media de otros países de la región, como Chile (17% del PBI), Colombia (12%) y México (11%). Esta tendencia señala que la brecha entre salarios y precios de las propiedades en Argentina no ha dejado de ampliarse en los últimos diez años.

Un estudio del Instituto de Economía de la Universidad Argentina (UADE) determinó que el poder de compra del salario, medido en relación con el valor del metro cuadrado, cayó un 55% respecto de 1997; sólo entre enero y octubre de 2009 descendió el 11,3%, mientras faltan 2,6 millones de viviendas. Una justa política habitacional debe implicar también la participación del sector privado, incentivando programas de ayuda mutua y de colaboración dentro de las comunidades. Ninguna persona puede quedar privada de una vivienda digna, como factor principal del progreso humano.