En su exhortación apostólica post sinodal ‘Amoris laetitia”, sobre el amor en la familia, el Papa Francisco se ha referido, entre numerosos temas relacionados con la ‘alegría del amor” a la paternidad responsable.
Leemos en el número 222 que el Papa alienta ‘a los esposos a ser generosos en la comunicación de la vida” y a una ‘planificación familiar” que esté de acuerdo con las enseñanzas del Magisterio, en particular, la Encíclica Humane vitae del Beato Pablo VI y la Exhortación Apostólica post sinodal Familiaris consortio de San Juan Pablo II.
En efecto, en estos dos documentos recientes de la Iglesia, se contiene la maravillosa doctrina querida por Dios para la regulación de los nacimientos y la santificación de los cónyuges. Agrega Francisco respecto a estos documentos que ‘es preciso redescubrir el mensaje” de los mismos, porque la paternidad responsable ‘presupone la formación de la conciencia” de los esposos para que éstos puedan ser ‘libres de un arbitrio subjetivo y del acomodamiento a los modos de comportarse en su ambiente”.
Será necesario, pues, basar la catequesis matrimonial según el plan del Creador para que los cónyuges conozcan el ‘camino adecuado para la planificación familiar”.
A tal efecto, sigue escribiendo Francisco, ‘se ha de promover el uso de los métodos basados en los ritmos naturales de la fecundidad”. Como explica el Catecismo de la Iglesia, numero 2370, solo son ‘conformes a los criterios objetivos de la moralidad”, es decir, éticamente correctos para la planificación de los hijos, los métodos que no alteren el doble fin del acto sexual creado y querido por Dios: el fin unitivo y el fin procreativo.
Como ya señalara Humane vitae, todo acto sexual debe quedar abierto a la vida. Por lo tanto, es ‘intrínsecamente mala” toda acción anticonceptiva que pretenda impedir artificialmente la procreación.
También el Papa Francisco alude al doble significado del acto conyugal en otra parte de su documento, en el número 80: ‘El amor rechaza todo impulso de cerrarse en sí mismo, y se abre a una fecundidad que lo prolonga más allá de su propia existencia. Entonces, ningún acto genital de los esposos puede negar este significado, aunque por diversas razones no siempre pueda de hecho engendrar una nueva vida”.
De hecho, la mujer es solo fértil el día de la ovulación y unos pocos días antes de la misma por la presencia del moco cervical fértil. Ella puede fácilmente diagnosticar estos días fértiles de su ciclo menstrual y practicar la abstinencia periódica de relaciones sexuales si no desea un embarazo. Es el camino de la ley natural del Creador, explicada por el Magisterio y predicada por la Iglesia.
En la actualidad, el método natural sintotérmico permite la planificación familiar mediante el diagnóstico de la fertilidad con una eficacia superior a la mayoría de los anticonceptivos mediante la utilización de tres indicadores: el moco cervical, la temperatura basal y los cambios del cuello uterino.
Es reconfortante y alentador para nosotros que el Papa aclare una vez más estas enseñanzas sobre la paternidad responsable.
Por último, Francisco afirma en el número 82: ‘La enseñanza de la Iglesia ayuda a vivir de manera armoniosa y consciente la comunión entre los cónyuges, en todas sus dimensiones, junto a la responsabilidad generativa. Es preciso redescubrir el mensaje de la Encíclica Humanae vitae de Pablo VI, que hace hincapié en la necesidad de respetar la dignidad de la persona en la valoración moral de los métodos de regulación de la natalidad”.
Quiera Dios que estas divinas enseñanzas del Vicario de Cristo, iluminadas por el Espíritu Santo, nos encuentren dóciles y dispuestos a vivirlas y enseñarlas como el ‘Evangelio de la vida y la familia” para las familias cristianas.
