La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) ha dado a conocer el informe anual sobre la situación de la libertad de prensa en el país, donde se denuncian amenazas y presiones sin precedentes en esta etapa de nuestra democracia. "Nunca en estos 27 años de vida democrática la tarea de los medios de comunicación, la de los periodistas y la expresión de opinión crítica ha sido tan degradada por el gobierno nacional y ciertos grupos de presión como en los últimos tiempos”, advierte el documento final de la 48a asamblea general ordinaria de la asociación, que reunió en la Capital Federal a unos 200 editores gráficos de todo el país.

La iniciativa gubernamental de regular la producción y comercialización del papel para diarios fue rechazada, ya que el proyecto choca con la prohibición constitucional de dictar leyes que restrinjan la libertad de imprenta. En este tenso contexto entre el poder y el periodismo independiente, se observa también el aumento desmedido de la pauta publicitaria y su adjudicación discrecional como instrumento político que privilegia el financiamiento de los medios adictos.

Si bien ADEPA reconoce que se pueden escribir y decir lo que piensan, lo hacen en un escenario tenso, de presiones directas e indirectas, en el que perciben un ánimo de cooptación, confrontación y revancha de un gobierno que ha elegido al periodismo como enemigo, y busca debilitarlo como vehículo de auditoría social, dice el informe.

Es que la prensa no es ni debe ser amiga ni enemiga de los gobiernos, porque su propósito es el de ser vínculo natural entre las expectativas de la sociedad y las políticas públicas.