Al liderazgo de Brasil en la compleja Latinoamérica, economistas y analistas del nuevo orden le han puesto límite, sujetándole a los vaivenes de su modelo económico, que se sostiene fundamentalmente en exportaciones de productos básicos, a partir de que se vaticina una desaceleración en su constante de crecimiento, para los años inmediatos.
Esta alerta sobre el cambio de meridiano en el mundo latino del continente americano, surge de los parámetros impulsados por las corporaciones financieras Barclays y Nomura, mediante sus estudios de rutina sobre la economía mundial. La referencia se asienta en que la coyuntura planetaria "favorece a la economía mexicana”, que en medio del parangón con Brasil la ubica en los mercados internacionales generando atracción y premoniciones superlativas, percibida en la euforia de los analistas.
El aporte del último boletín Focus, sostiene un índice de crecimiento para el 2012 en la economía brasileña de 1,62%, que comparado con el 2,7% obtenido en 2011, ofrece un compás notablemente menor. En este marco comparativo, merced al aporte y renacimiento de su industria, México experimenta una etapa de recuperación económica, siendo la predicción favorable que se reflejará en su PBI, que más allá de los anuncios de la recesión europea y la desaceleración china, lograría propagarse con un índice favorable del 4 por ciento.
Al reciente presidente mexicano Peña Nieto, se le ha observado como conquistador del electorado de su país por las promesas de instalar la paz nuevamente y la prosperidad en la sociedad cansada de violencia y falta de crecimiento económico. De allí que México 2012, situó al tema de la economía "robándose el protagonismo de las elecciones”.
El grupo japonés de servicios financieros Nomura, uno de las mayores entusiastas acerca de México, está convencido de que "se viene un cambio de guardia en América latina”. Augura a la economía mexicana (la mitad del tamaño de Brasil) superará al "gigante” sudamericano en 2022, condicionándole a la recuperación estadounidense.
Del análisis de Barclays como Nomura, se concluye que un modelo basado en la industria ofrece mayor competitividad que un modelo dependiente del sector primario.
